Una enfermera de UNICEF, que fue secuestrada hace seis años por yihadistas en el noreste de Nigeria, recuperó la libertad tras escapar, anunció el viernes el ejército nigeriano. En dos ocasiones la habían obligado a casarse con combatientes.
Alice Loksha, enfermera de UNICEF, escapó después de seis años de cautiverio. Fue secuestrada por yihadistas, junto con dos parteras nigerianas que trabajaban para el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), el 1 de marzo de 2018 en un ataque dirigido a la ciudad de Rann (extremo noreste). Otros tres trabajadores humanitarios y ocho soldados nigerianos murieron.
Los dos empleados del CICR, Hauwa Liman y Saifura Khorsa, fueron ejecutados tras algunos meses de detención.
“Ella (Alice Loksha) fue obligada a casarse con un líder terrorista llamado Abu Umar con quien tuvo un hijo”, explicó el general Kenneth Chigbu durante una rueda de prensa en la ciudad norteña de Maiduguri (este), el viernes 15 de noviembre a finales de. el dia.
Tras la muerte de Abu Umar en 2022, Alice Loksha se vio obligada a casarse con otro comandante de ISWAP (Provincia de África Occidental de Daesh).
Los secuestros experimentan un preocupante aumento
La enfermera de Unicef logró escapar el 24 de octubre, antes de unirse a los soldados del ejército cinco días después, dijo el general Chigbu.
Una fuente de las Naciones Unidas en la región dijo a la AFP que estaban tratando de resolver las “complicaciones” en torno a Loksha, que ya estaba casada y tenía dos hijos antes de su secuestro. Creyéndola muerta, su marido se volvió a casar. La preocupación ahora es cómo será acogido este niño en la familia.
Desde el ascenso de Boko Haram en Nigeria hace unos quince años, los secuestros, especialmente de niñas, han aumentado. El conflicto ha dejado 40.000 muertos y dos millones de desplazados, según Naciones Unidas.
En 2014, el grupo yihadista secuestró a 276 estudiantes en Chibok, en el estado de Borno (noreste de Nigeria), provocando indignación y una movilización internacional denominada “Traed de vuelta a nuestras niñas”. Un centenar de ellos siguen desaparecidos.
Boko Haram, ISWAP y las bandas criminales fuertemente armadas, conocidas localmente como “bandidos”, siguen secuestrando regularmente a personas en el noreste de Nigeria, pero también en los estados del noroeste y del centro.
Según los expertos, el aumento del número de secuestros debería estar relacionado con la situación económica.