Un alto funcionario de la policía de Madrid fue encarcelado recientemente por sus presuntos vínculos con narcotraficantes, como parte de una investigación que condujo a una incautación récord de cocaína.
Calificado de discreto y trabajador, dirigió hasta hace unos días la prestigiosa Unidad de Lucha contra los Delitos Económicos y Fiscales (UDEF) de la policía española en Madrid. Óscar Sánchez Gil, que debía luchar contra el blanqueo de capitales, en particular el vinculado al narcotráfico, puso una moneda en esta máquina que debía detener.
El directivo, sospechoso de haber cobrado por trabajar estrechamente con narcotraficantes durante al menos cinco años, fue detenido “la semana pasada” con “otras quince personas”, incluido su compañero, también policía de la región de Madrid, según anunció a la AFP una fuente policial el martes 12 de noviembre.
Millones de euros descubiertos entre sus muros
Durante esta búsqueda se descubrieron 20 millones de euros en efectivo en las paredes y techos de la casa del hombre de unos cuarenta años en Alcalá de Henares, una localidad de 195.000 habitantes situada a 30 kilómetros al este de Madrid. Al final de sus registros, los investigadores también encontraron en su despacho un millón de euros, en denominaciones de entre 50 y 500 euros, escondido en dos armarios cerrados con llave, según la misma fuente policial.
Al finalizar su detención policial, Óscar Sánchez Gil y su esposa fueron presentados ante un juez de la Audiencia Nacional, el juzgado de Madrid competente en las causas penales más graves y complejas. Este último los acusó de “narcotráfico”, “corrupción”, “lavado de dinero” y “pertenencia a una organización criminal”y los puso en prisión preventiva, según una fuente judicial.
Según medios españoles, estas detenciones están relacionadas con una incautación realizada a mediados de octubre de 13 toneladas de cocaína en el puerto de Algeciras, en Andalucía (sur), camufladas entre plátanos en un contenedor procedente de Ecuador. Esta operación, anunciada el pasado miércoles, fue presentada por las autoridades españolas como “la mayor incautación de la historia del narcotráfico en España” y “uno de los más grandes del mundo”.
El contenedor, procedente del puerto de Guayaquil, estaba destinado según la policía “a un importador español” con sede en Alicante (sureste) “que desde hacía años recibía grandes cantidades de fruta importada del Ecuador”. Tras esta incautación se registraron varias viviendas y oficinas en Madrid y Alicante. Operaciones que permitieron, según estos medios, descubrir vínculos entre el importador y Oscar Sánchez Gil.
Le «Pablo Escobar» espagnol
Los investigadores sospechan que este alto oficial de policía ha cometido en el pasado “actas” con este importador, a través de una empresa de su propiedad. Durante casi cinco años, Oscar Sánchez Gil supuestamente proporcionó a los traficantes información sobre la vigilancia de contenedores en los puertos españoles, lo que les permitía eludir los controles, según una fuente cercana a la investigación.
Parte del dinero amasado por el exjefe de la unidad antiblanqueo habría sido blanqueado mediante la compra de criptomonedas y una gran flota de VTC, declaradas a nombre de uno de sus familiares. Y si su estilo de vida no era nada ostentoso, las grandes sumas de dinero encontradas en la casa de Oscar Sánchez Gil llevaron a la policía, citada por El Mundopara comparar su casa “como el de Pablo Escobar”el famoso narcotraficante colombiano.