El Tribunal de Apelaciones de La Haya rechazó el martes una apelación de grupos climáticos que afirmaban que Shell no estaba haciendo lo suficiente para reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero. Anuló así una sentencia histórica dictada hace tres años.
Según el tribunal, aunque la multinacional angloholandesa tiene el “deber de diligencia” en la lucha contra el peligroso cambio climático, no se puede exigir a Shell que reduzca sus emisiones de CO2 y otros gases de efecto invernadero mediante cifras determinadas.
El caso fue iniciado en abril de 2019 por Milieudefensie, una filial de la organización internacional Amigos de la Tierra en los Países Bajos. Más de 17.000 ciudadanos holandeses se convirtieron entonces en partes civiles. Junto con otras seis ONG, entre ellas Greenpeace y ActionAid en los Países Bajos, Milieudefensie acusó a Shell, una de las mayores petroleras del mundo, de no hacer lo suficiente para alinearse con el acuerdo de París de 2015 y denunció su “destrucción del clima”.
Emisiones de CO2 “enormes”
Durante las audiencias, Shell sostuvo que ya estaba implementando suficientes medidas respetuosas con el clima. Para el tribunal, refiriéndose a los principales informes del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) de las Naciones Unidas, se estableció sin embargo que la multinacional contribuyó al calentamiento global “debido al enorme volumen de emisiones de CO2 de las que es responsable”. “.
En mayo de 2021, el tribunal de La Haya dictó una sentencia que ordenaba a Shell implementar más medidas para reducir sus “enormes” emisiones de CO2 en un 45% para finales de 2030 en comparación con 2019.
Este veredicto no tenía entonces precedentes en el mundo. Nunca antes un tribunal había obligado a una importante compañía petrolera a tomar tales medidas para combatir sus emisiones de gases de efecto invernadero.
Shell quiere continuar sus esfuerzos
“Estamos encantados con la decisión del tribunal, que creemos que es la correcta para la transición energética global, los Países Bajos y nuestra empresa”, afirmó Wael Sawan, director general de Shell, indicando que el objetivo de convertirse en una empresa de bajas emisiones netas cero para 2050 sigue siendo el centro de su estrategia.
Sin embargo, la compañía ha dado marcha atrás en los últimos meses en ciertos objetivos climáticos, poniendo más énfasis en el petróleo y el gas para impulsar sus ganancias.
Shell había recurrido la sentencia de 2021, considerando que no existe base legal para las demandas de las ONG y que este proceso es una decisión política a nivel gubernamental.
Un rechazo que “duele”
Este rechazo del recurso “duele”, declaró el director de Milieudefensie, la filial holandesa de Amigos de la Tierra.
“Al mismo tiempo, vemos que este caso ha ayudado a garantizar que los grandes contaminadores no sean inmunes y ha estimulado aún más el debate sobre su responsabilidad a la hora de abordar el peligroso cambio climático”, afirmó. “Por eso seguimos atacando a los grandes contaminadores, como Shell”, añadió.
Ahora existe una última posibilidad para que ambas partes recurran ante un Tribunal de Casación, que se centraría más en aspectos procesales que en elementos fácticos.
ats/jfe