Al final de sus registros, los investigadores también encontraron en su despacho un millón de euros, en denominaciones de entre 50 y 500 euros, escondido en dos armarios cerrados con llave, según la misma fuente policial.
Al finalizar su detención policial, Óscar Sánchez Gil y su esposa fueron presentados ante un juez de la Audiencia Nacional, el juzgado de Madrid competente en las causas penales más graves y complejas.
Estos últimos los acusaron de “tráfico de drogas”, “corrupción”, “blanqueo de capitales” y “pertenencia a organización criminal”, y los pusieron en prisión preventiva, según una fuente judicial.
13 toneladas de cocaína
Según medios españoles, estas detenciones están relacionadas con la incautación el 14 de octubre de 13 toneladas de cocaína en el puerto de Algeciras, en Andalucía (sur), camufladas entre plátanos en un contenedor procedente de Ecuador.
Esta incautación, anunciada el pasado miércoles, fue presentada por las autoridades españolas como “la mayor incautación de la historia del tráfico de drogas en España” y “una de las mayores incautaciones a nivel global”.
Dos hermanos implicados en el tráfico de drogas en Soignies, pero no eran el líder de la red
El contenedor, procedente del puerto de Guayaquil, estaba destinado, según la policía, “a un importador español” radicado en Alicante (sureste) “que recibía desde hacía años grandes cantidades de fruta importada de Ecuador”.
Tras esta incautación se registraron varias viviendas y oficinas en Madrid y Alicante. Operaciones que permitieron, según estos medios, descubrir vínculos entre el importador y Oscar Sánchez Gil.
Según la cadena de televisión La Sexta, los investigadores sospechan que este alto mando policial habría realizado en el pasado “transacciones” con este importador, a través de una empresa de su propiedad.
Criptomonedas y VTC
Según el diario El Mundo, el jefe de la unidad de lucha contra los delitos económicos, que pasó por la brigada de lucha contra el narcotráfico, ya estaba en la mira de sus compañeros, que le habían intervenido.
Este padre de tres hijos, instalado en una casa de ladrillo protegida por rejas metálicas, en realidad habría trabajado probablemente durante “al menos cinco años” para traficantes, según una fuente citada por el diario.
Durante estos años, este cuarentón les habría proporcionado información sobre la vigilancia de contenedores en los puertos españoles, lo que les habría permitido eludir los controles, según una fuente cercana a la investigación.
Si su estilo de vida no era nada ostentoso, las grandes sumas de dinero encontradas en su casa llevaron a los agentes de policía, citados por El Mundo, a comparar su casa “con la de Pablo Escobar”, el famoso narcotraficante colombiano fallecido en 1993.
Según este diario, parte del dinero amasado por Sánchez Gil en los últimos años fue presuntamente blanqueado mediante la compra de criptomonedas y una gran flota de VTC, declaradas a nombre de uno de sus familiares.