En una sala abarrotada, Bernadette Paty, la madre del profesor de Historia asesinado por un joven islamista radical, pintó el viernes un retrato conmovedor y digno de su hijo, sin temblar ante los ocho acusados implicados en su asesinato.
Muy pequeña en la impresionante sala de los “grandes juicios” del tribunal de París, Bernadette Paty, con un chaleco blanco retorcido y un pañuelo rosa al cuello, fue la primera de la familia en hablar.
En el banco reservado para la familia está un niño, Gabriel, de 9 años y medio, hijo de Samuel Paty, acompañado de su madre Jeanne A., expareja del profesor. Las dos hermanas de Samuel Paty, Mickaëlle y Gaëlle, apoyadas por sus seres queridos, también están presentes como cada día desde que se inició el juicio el 4 de noviembre. El padre de Samuel Paty, Jean, debería haber intervenido si “una mala caída” no le hubiera impedido incorporarse al tribunal.
Bernadette Paty, 77 años, ex maestra de cabello corto y lentes finos, evoca a un Samuel Paty apasionado por la Historia desde su más tierna infancia. “Era un alumno serio, inteligente, respetuoso. Mi marido lo tenía en clase en CM1 y CM2 y lo llamaba maestro”, recuerda Bernadette Paty.
“Un intelectual, no un creyente”
“Samuel era un intelectual, no era creyente, mi marido y yo no somos creyentes, pero era muy respetuoso con todas las religiones”, insiste.
En el palco, los imputados siguieron atentamente el testimonio de la madre de Samuel Paty, sin apartar la mirada ni agachar la cabeza.
Perder a nuestro hijo porque mostró dibujos nos repugna. Nuestra vida desde ese día se ha convertido en un gran vacío.
“Sabía que Samuel iba a mostrar estas caricaturas de Charlie Hebdo durante un curso sobre libertad de expresión. Estaba de vacaciones con nosotros en agosto (2020) cuando preparó su curso”, continúa Bernadette Paty. Este detalle, “completamente olvidado”, dijo con una sonrisa triste, sólo volvió a ella en el momento de la tragedia.
“Perder a un hijo en estas condiciones es insoportable e inaceptable. Perder a nuestro hijo porque mostró dibujos nos repugna. Nuestra vida desde ese día se ha convertido en un gran vacío”, subraya Bernadette Paty.
“Lo que le pasó es tan bárbaro e injusto que nunca podremos llorarlo. Espero que de este juicio se reconozca la responsabilidad de cada acusado y que las sentencias sean adecuadas”, insiste, todavía sin temblar.
“Estoy feliz de estar jubilada porque hoy los profesores son cuestionados. No lo entiendo”, se lamenta nuevamente, en respuesta a una pregunta del tribunal. “Hoy disputamos, amenazamos y atacamos”.
Profesores de Arras presentes
En la sala del tribunal están presentes los profesores del complejo escolar Gambetta-Carnot de Arras, donde, tres años después de Samuel Paty, el profesor Dominique Bernard fue asesinado por un joven islamista radical ruso de origen ingush.
“La herida que recibimos (el día de la muerte de Samuel Paty) es muy real. Es una visión que cambió para siempre nuestra visión de la vida”, explica Jeanne A., docente como su excompañera.
Samuel fue asesinado por un islamista radicalizado que buscaba la yihad. Lo que está en duda es el islamismo y no las caricaturas.
“La injusticia que le pasó a Samuel nos obliga a caminar sobre la cuerda floja”, añade antes de reclamar “verdad y justicia”.
“Samuel no fue asesinado por haber mostrado caricaturas y haber cometido una blasfemia que no tiene valor legal. Samuel fue asesinado por un islamista radicalizado en busca de la yihad. Se trata del islamismo y no de las caricaturas”, sostiene con voz firme Mickaëlle Paty. . “Usted entregó a mi hermano a pastar”, le dice al acusado.
Gaëlle Paty también opta por dirigirse a ellos directamente.
“Nunca aceptaré la más mínima excusa de personas que no reconocen su responsabilidad (…) Pido respeto y decencia en este juicio. Quisiera decirle al acusado que sin ustedes, Samuel estaría hoy aquí, lo estaría. “Todos a tu nivel podrían haber detenido esta espiral fatal y salvar la vida de un padre, de un hermano, de un maestro”, afirma.
“Cuando escucho que casi todos los acusados cuestionan los hechos que se les imputan (sólo uno ha admitido su responsabilidad), me enfado”, afirmó Gaëlle Paty. “Es indecente”.
El juicio está previsto hasta el 20 de diciembre.
afp/kkub