“La historia ha demostrado que China y Estados Unidos se benefician de la cooperación y pierden de la confrontación”, dijo el jefe de Estado chino al presidente electo estadounidense, según un informe publicado por la televisión estatal china CCTV. “Una relación estable, saludable y duradera entre China y Estados Unidos está en consonancia con los intereses comunes de los dos países y las expectativas de la comunidad internacional”, afirmó Xi Jinping. Se trata de los primeros comentarios del presidente chino desde la victoria del candidato republicano.
Donald Trump, al igual que su rival demócrata Kamala Harris, hizo campaña prometiendo presionar a China. El magnate republicano había subido la apuesta, prometiendo imponer derechos de aduana del 60% a todos los productos chinos que entren en Estados Unidos.
“Respeto mutuo”
Donald Trump quiere “restablecer un cierto equilibrio comercial entre Estados Unidos y China”, dijo a la AFP Yun Sun, codirector del programa China y Asia Oriental del centro de estudios Stimson Center de Washington. “Dada su inclinación por hacer ejercicio presión máxima “Antes de llegar a un acuerdo, espero que imponga estos aranceles”, dijo.
Xi Jinping expresó a Donald Trump el jueves su esperanza de que los dos países “defiendan los principios de respeto mutuo, coexistencia pacífica y cooperación beneficiosa para todos”, según CCTV. Llamó a Washington y Beijing a “fortalecer el diálogo y la comunicación, gestionar adecuadamente sus diferencias, desarrollar una cooperación mutuamente beneficiosa y encontrar una manera correcta para que China y Estados Unidos se lleven bien en esta nueva era, en interés de ambos países”. y el mundo.
Xi Jinping y Donald Trump ya se han reunido cuatro veces y el presidente electo estadounidense elogió recientemente su “relación muy fuerte” con el líder chino. Incluso afirmó que podría disuadirlo de lanzar una operación militar contra Taiwán… imponiendo derechos de aduana del 150% a los productos chinos.
Plan de recuperación
La victoria de Donald Trump abre en cualquier caso un período de incertidumbre para las relaciones económicas chino-estadounidenses, gravemente sacudidas durante el primer mandato (2017-2021) del presidente electo, cuando lanzó una guerra comercial contra Pekín.
¿Puede la economía china permitirse un nuevo escenario similar? Porque China ya está luchando contra una laboriosa recuperación post-Covid, lastrada por un consumo lento y una grave crisis inmobiliaria, con una serie de promotores endeudados y unos precios que se han desplomado en los últimos años.
En este contexto, los principales funcionarios del Parlamento chino se reunirán esta semana en Pekín, en particular para desarrollar un plan de recuperación económica. Muchos analistas creen que la victoria de Donald Trump podría empujar a los dirigentes chinos a reforzar este programa de medidas, en particular para compensar los futuros recargos aduaneros prometidos por Donald Trump.