Ampliación de la COP16 sobre biodiversidad en Cali, Colombia: mientras los países adoptaron una decisión a favor de los pueblos indígenas en la noche del viernes al sábado, todavía se espera el texto que debería resolver el enfrentamiento financiero entre el Norte y el Sur.
Hacia las 22:15 horas del viernes (03:15 GMT del sábado), la última sesión plenaria de la conferencia de la ONU comenzó a adoptar algunas decisiones menos polémicas. El notable estreno, recibido con vítores, fortalecerá la voz y el estatus de los pueblos indígenas y su papel como guardianes de la naturaleza dentro de las negociaciones de las Naciones Unidas sobre biodiversidad.
“Este es un momento sin precedentes en la historia de los acuerdos ambientales multilaterales”, dijo Camila Romero, representante de los pueblos quechua de Chile.
Pero aún falta el texto principal: el de cómo lograr el objetivo de aumentar el gasto global para salvar la naturaleza a 200 mil millones de dólares al año.
“Me gustaría preguntarles (…) hasta qué hora” durará esta sesión, acabó preguntando el delegado de la República Democrática del Congo, tras tres horas de plenaria.
“Hasta la victoria”, respondió Susana Muhamad, la ministra colombiana de Medio Ambiente que preside la conferencia.
El compromiso que propuso el viernes por la mañana disgustó a todos.
Los países en desarrollo, particularmente los africanos, están pidiendo un nuevo fondo multilateral para reemplazar al actual, considerado inadecuado e inequitativo.
Pero el texto propuesto se limitaba a iniciar un “proceso” de discusiones que se suponía continuarían… hasta la COP17, en 2026 en Armenia.
“Estamos totalmente decepcionados, no se ha creado un fondo dedicado a la biodiversidad, no hay medidas fuertes para obligar a los países desarrollados a respetar sus compromisos”, dijo a la AFP Daniel Mukubi, el negociador de la RDC.
– Ensayo en Bakú –
El viernes continuó con un ballet de delegaciones que acudieron a reunirse con Susana Muhamad a puerta cerrada.
Hacia las 18.00 horas, dio la bienvenida a la Unión Europea, hostil a la creación de otro fondo que pesa únicamente sobre los hombros de los países desarrollados desde hace mucho tiempo.
De fondo, todos estos actores se preparan para repetir la misma batalla, pero en cantidades diez veces mayores, durante la COP29 sobre el clima, en Azerbaiyán del 11 al 22 de noviembre.
En Cali, el enfrentamiento se refiere a la financiación del acuerdo Kunming-Montreal que los 196 países miembros del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) adoptaron hace dos años.
Este acuerdo prevé colocar el 30% de la tierra y los mares en áreas protegidas para 2030, o reducir a la mitad los riesgos de los pesticidas.
La misión de la COP16 era potenciar los tímidos esfuerzos globales para implementar estos grandes objetivos, destinados a salvar el planeta y los seres vivos de la deforestación, la sobreexplotación, el cambio climático y la contaminación.
– “Fondo Cali” –
En la COP17, cuya organización acaba de ganar Armenia contra su enemigo histórico Azerbaiyán, los países tendrán que hacer un balance de sus esfuerzos. Pero su credibilidad y la probable corrección de rumbo dependerán de reglas e indicadores complejos que se adopten en Cali.
Otro compromiso que hay que encontrar: compartir los beneficios de las empresas, principalmente farmacéuticas y cosméticas, con datos genéticos digitales (DSI) de plantas y animales de los países en desarrollo, como por ejemplo el código genético del aroma de vainilla.
Si el acuerdo propuesto tiene éxito, las empresas de cierto tamaño que utilicen estos datos genéticos tendrían que contribuir a un “Fondo de Cali”, una cantidad correspondiente al “0,1% de sus ingresos o al 1% de sus beneficios, a título indicativo”.
“La contribución ya no es voluntaria”, como exigen los países ricos, “es más o menos obligatoria, lo cual es positivo”, se felicita el negociador congoleño.
Colocado bajo los auspicios de la ONU, el fondo distribuiría el dinero recaudado, la mitad para los países y la otra mitad para los pueblos indígenas que han preservado estos recursos.
La conferencia se desarrolló con un despliegue masivo de policías y soldados, tras las amenazas de una guerrilla colombiana en la región, sin incidentes hasta el momento.