Macron y Xi en el Col du Tourmalet para una escapada “personal”

Macron y Xi en el Col du Tourmalet para una escapada “personal”
Macron y Xi en el Col du Tourmalet para una escapada “personal”
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Emmanuel Macron y Xi Jinping se encuentran este martes en los Pirineos, en el segundo día de la visita de Estado del presidente chino. Se supone que esta escapada “personal” permitirá un diálogo más directo sobre la guerra en Ucrania o los desacuerdos comerciales.

Los dos líderes, acompañados de sus esposas, llegaron a primera hora de la tarde al Col du Tourmalet, la cima legendaria del Tour de Francia, donde, a 2.115 metros, el tiempo sigue siendo invernal.

Bajo los pesados ​​copos de nieve, resonaba el sonido de la flauta de tres agujeros y el acordeón, mientras bailarines vestidos con trajes tradicionales, con los brazos en alto, actuaban a pocos pasos de los dos presidentes, todos sonrientes, protegidos bajo grandes paraguas negros.

Regalos

Peng Liyuan, esposa de Xi Jinping, marca el ritmo. Emmanuel Macron pide una foto de recuerdo antes de entrar en el restaurante de montaña de Eric Abadie, su amigo criador, y ofrecer regalos a su homólogo: mantas de lana de los Pirineos, una botella de Armagnac, boinas, un maillot amarillo del Tour de Francia… .

“Sé que le gusta el deporte (…) Estaríamos encantados de tener corredores chinos en el Tour”, afirma el presidente francés, que recibe a su homólogo chino en Francia por primera vez desde 2019.

Xi Jinping, a cambio, promete anunciar el jamón local antes de decir que “ama mucho el queso”.

Esta escapada a los Pirineos es una especie de respuesta a la ceremonia del té que ambos líderes compartieron el año pasado, en Cantón, en la residencia oficial donde vivió el padre del presidente chino cuando era gobernador de la provincia de Guangdong.

‘Marco de competencia leal’

El entorno del Col du Tourmalet, bajo la niebla nevada, ofrece en cualquier caso un marcado contraste con el Elíseo donde, entre una bienvenida con gran pompa y un banquete suntuoso, Emmanuel Macron y Xi Jinping no intentaron ocultar las diferencias en materia comercial. entre Europa y China.

El presidente francés pidió un “marco de competencia leal”, felicitándose al final de los debates por haber protegido el coñac francés de la amenaza de impuestos aduaneros “provisionales” chinos.

Invitada a mostrar un frente continental unido, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, advirtió que la Unión Europea tomaría “decisiones firmes” para “proteger su economía”, denunciando la afluencia de vehículos eléctricos chinos masivamente subvencionados.

“El llamado ‘problema de exceso de capacidad de China’ no existe”, respondió secamente Xi Jinping.

Apoyo a una tregua olímpica

En cuanto a Ucrania, quiso ser más consensuado y reafirmó su deseo de trabajar por una solución política.

Y apoyó una “tregua olímpica” durante los Juegos de París de este verano, también impulsada por Emmanuel Macron. Según una fuente diplomática francesa, esta tregua podría servir, en lo que respecta a Ucrania, para iniciar un proceso más político tras más de dos años de conflicto.

Pero París, que ha insistido durante un año en que Beijing presione a Rusia para ayudar a poner fin a la guerra, quiere ser “lúcido” acerca de las limitadas posibilidades de un avance rápido. Sobre todo porque el presidente chino sigue siendo el principal aliado de su homólogo ruso, Vladimir Putin, a quien recibirá próximamente.

‘Poder de seducción’

La etapa pirenaica podría, en opinión de la delegación francesa, favorecer “un intercambio franco y amistoso” sobre estos espinosos temas. La idea es romper el imponente protocolo que acompaña al más mínimo movimiento del número uno chino.

Este rincón de la montaña está “directamente vinculado a la historia muy personal” de Emmanuel Macron, explica su entorno. Quien celebra este martes los siete años de su primera elección pasó muchas vacaciones entre la ciudad de Bagnères-de-Bigorre y La Mongie con sus abuelos, a quienes tenía mucho cariño.

“La diplomacia de Emmanuel Macron siempre se ha basado, quizá excesivamente, en el poder de la seducción”, analiza Bertrand Badie, especialista en relaciones internacionales de Sciences Po.

Pero Xi Jinping “no es realmente un gran sentimental” y nadie, hasta el momento, “ha encontrado la clave de las relaciones euro-chinas”, advierte el investigador.

El candidato socialista a las elecciones europeas de junio, Raphaël Glucksmann, denunció el “tono amistoso” de esta visita oficial. “El hombre que deporta a los uigures, que reprime a los hongkoneses y a los tibetanos no es nuestro amigo”, declaró a RTL.

/ATS

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