¿Qué es el buen trato? | 24 horas

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¿Qué es el buen trato?

Roseta Poletti

Publicado hoy a las 7:35 am.

Es cierto que este término es nuevo, pero, a lo largo del tiempo, los cuidadores han querido promover este buen trato, este “cuidar”. En Francia, en mayo de 2012, la Alta Autoridad de Salud y la Federación de Organismos Regionales para la Mejora de las Prácticas publicaron un texto sobre “el despliegue del buen trato”. Así, este término se ha consolidado, más aún después de los problemas de maltrato descubiertos en dos cadenas de instituciones para personas mayores. En todas partes, intentamos garantizar la mejor atención posible a los residentes de EHPAD y EMS, lo que requiere una mejora de las instalaciones (habitación individual por ejemplo), una mayor vigilancia, la acogida de los seres queridos, la evaluación de las prácticas, el respeto de los derechos y libertades. de residentes.

El buen trato es, por supuesto, “cuidar”, comprometerse con el paciente-residente, reconocerlo en su especificidad, valorarlo, animarlo, tranquilizarlo, rodearlo, compartir sus inquietudes, escucharlo, reconocer su sufrimiento. . Por el contrario, el maltrato sería que el paciente sea ignorado, no reconocido, no consolado, no escuchado en sus necesidades.

El buen trato tiene mucho que ver con el tipo de relación que se establece entre el paciente-residente y quienes lo cuidan.

Una enfermera investigadora islandesa, Sigridur Halldorsdottir, ha destacado cinco formas o modos de estar con otros en el cuidado que van desde el maltrato relacional hasta el “gran” buen trato. Aquí están:

  • El modo biocida (que destruye la vida). En esta forma de ser, despersonalizamos al otro, lo infantilizamos, lo manipulamos, lo amenazamos, lo humillamos o incluso lo agredimos verbal o físicamente. Por supuesto, esto aumenta su vulnerabilidad, su angustia y, a veces, su desesperación. Afortunadamente, este modo de ser es raro, en general; Sin embargo, algunos cuidadores cansados ​​o estresados ​​a veces pueden caer en ello sin ser realmente conscientes de ello.

  • El modo bioestático (que limita la vida). Se trata de una falta de sensibilidad hacia los demás, la imposición de la voluntad del cuidador a la persona cuidada, el deseo de controlar al otro. Es como si el cuidador, desde el médico hasta el cuidador (esto puede afectar a cada miembro de un equipo) fuera insensible a los sentimientos del paciente y, sobre todo, odiara que lo perturbaran en su programa o en su protocolo de atención. Esto suele deberse a una carga de cuidados excesiva o a problemas personales no resueltos entre el cuidador.

  • Modo biopasivo (neutral). En este modo, no hay nada destructivo, excepto falta de atención. Lo que hay que hacer está hecho e incluso técnicamente bien hecho, pero no hay calidez humana, ni empatía, ni tranquilidad. La persona atendida se siente aislada, ignorada a nivel relacional.

  • El modo bioactivo, que sustenta la vida. Aquí es donde comienza el verdadero cuidado, porque esta forma de ser implica bondad, atención, respeto, humanidad, alivio de la ansiedad y el sufrimiento. Cuando un paciente o residente de EMS recibe este tipo de atención y comunicación, se “recarga” de energía positiva, se anima, se asegura y se renueva. Puede reunir fuerzas para mejorar o ser más pacífico.

  • El modo biogénico, que da más vida. Como ser humano, no podemos estar permanentemente en este modo de ser, seguimos siendo falibles. Sin embargo, siempre podemos aprender a estar más presentes para los demás. En esta modalidad hay total respeto por los demás, mucha amabilidad y mucha paciencia por parte del cuidador. Se anima a la persona atendida a participar, a crear su propia existencia si quiere y puede. La relación es positiva, confiada, tranquila. El cuidador también se siente bien, ve el sentido de su trabajo. Este modo de estar en relación con el otro es creativo. El buen trato puede ser “decretado” por altas autoridades, se trata principalmente del tipo de relación que se crea en todos los acontecimientos cotidianos más mundanos con quienes nos encontramos a lo largo del día.

Un paciente-residente perdonará fácilmente un gesto torpe o mal controlado, mucho más difícil una palabra o actitud hiriente o humillante. A menudo lamentamos la falta de tiempo de los cuidadores, sin embargo, para Sigridur Halldorsdottir, ¡utilizamos la misma cantidad de minutos cuando interactuamos en modo biogénico o biocídico! La variable importante son las habilidades relacionales basadas en la atención a los demás, la capacidad de escuchar y estar presente.

¡Esta investigación es interesante, no sólo en el cuidado, sino también en la enseñanza, la gestión y todos los encuentros humanos donde el buen trato es tan esencial!

A cada uno de ustedes, compañeros lectores, les deseo que creen relaciones “biogénicas” que promuevan la calidad de vida de quienes conocen, así como una buena semana.

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