La Alianza Nacional para el Cambio (ANC, el principal partido de la oposición togolesa) pidió, el jueves, durante una reunión en Lomé, a sus activistas que acudan “masivamente” el 29 de abril a las elecciones legislativas y regionales.
Vestidos con camisetas naranjas (el color del partido), unos centenares de activistas de este grupo político se reunieron en un barrio popular de la capital togolesa.
“Os invito a salir en masa el 29 de abril a votar por el ANC”, afirmó Jean-Pierre Fabre, presidente del ANC.
“Debemos tener una mayoría al final de estas elecciones para detener el desorden en la Asamblea Nacional”, afirmó Francis Pedro Amuzu, candidato del ANC para las elecciones legislativas.
Se sensibilizó a los militantes del partido sobre cómo votar para evitar votos anulados.
“Aprovechamos las elecciones legislativas para romper las cadenas de esclavitud que pesan sobre el pueblo togolés. La revisión constitucional demuestra la irresponsabilidad del poder que rige la vida política togolesa desde hace 60 años”, declaró a la AFP Fabre.
“Cualesquiera que sean los resultados de la doble votación, la crisis está ahí”, insistió, afirmando que la revisión constitucional “sólo apunta a un objetivo: el mantenimiento (del presidente) Faure Gnassingbé en el poder ad vitam æternam”.
Para Afi Akpé (activista del ANC), el partido debe obtener una “mayoría” en la Asamblea Nacional para “dejar de lado esta mala constitución”.
Adoptada por unanimidad el 19 de abril por los diputados, la nueva Constitución transforma el país de un régimen presidencial a un régimen parlamentario y marca la desaparición de la elección del Presidente de la República por sufragio directo, cuya próxima elección estaba prevista para 2025.
Son los diputados quienes elegirán al Jefe de Estado para un mandato de cuatro años, renovable una vez.
El verdadero ejercicio del poder estará en manos del Presidente del Consejo de Ministros, una especie de superprimer ministro. Para este nuevo cargo será designado el líder del partido ganador en las elecciones del 29 de febrero.
La oposición teme que el texto deje el camino libre para la prórroga del presidente Faure Gnassingbé, en el poder desde 2005 tras su padre, que permaneció al frente del país durante casi 38 años.
