Hazlo tu mismo
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La elaboración de bolitas de queso de cabra fresco o de mozzarella en casa está teniendo cierto éxito en talleres especializados y en casa, pero por razones de viabilidad y, sobre todo, de higiene, esta moda está haciendo temblar a algunos profesionales.
Inclinados sobre su bloque de leche cuajada, que desmenuzan en ensaladeras, seis treintañeros se concentran en las instrucciones de Claudia Picciuolo, de la quesería Nanina (distrito 11 de París). “Verás, una vez que pongamos el agua caliente en el recipiente, se harán hilos largos”. “Todos empiezan a remover la masa con un palito de madera. Tres vueltas a la izquierda, tres vueltas a la derecha, tiran del palito hacia arriba… ¡Y listo! Ya está hecho. En unos segundos, el bloque de leche de búfala cuajada se ha transformado en una hermosa textura hilada, elástica como un aligot. Después de una vuelta en el tamiz y unos cuantos golpecitos, todos se van a casa, orgullosos como pavos reales, con su bola de mozzarella hecha con sus manos. Los más aventureros incluso pueden rehacerla en casa, siempre que se hagan con un poco de equipo.
Hay muchos talleres como este en toda Francia. En la página web de Wecandoo, cientos de ofertas prometen enseñar a cada uno a hacer su propio queso a todos los precios: desde 49 euros (como en el caso de Nanina, con degustación) hasta cien euros, en la ciudad o en la granja. Para que se elaboren rápidamente, los quesos propuestos deben ser necesariamente frescos y consumirse inmediatamente. “cortezas lavadas, pasta con vetas azules
