Estados Unidos anunció el jueves que reforzará los controles sobre las exportaciones de tecnologías de vanguardia, como los componentes para ordenadores cuánticos, extendiéndolos a todo el mundo, en un enfoque que pretende ser común a sus aliados. En concreto, el Departamento de Comercio controlará las exportaciones de estas tecnologías, que también afectan, por ejemplo, a las máquinas para fabricar semiconductores avanzados, y podrá disponer de un derecho de veto, si considera que tal medida tendría consecuencias para la seguridad nacional estadounidense.
Este nuevo paso forma parte de un endurecimiento común desde “Varios países con ideas afines” y podrían sumarse otros países, indicó el ministerio en su comunicado de prensa. “Se trata de garantizar que nuestras herramientas de control se adapten a una tecnología que cambia rápidamente y sean más efectivas cuando trabajamos en conjunto con nuestros socios internacionales”.subrayó el subsecretario norteamericano encargado de la Oficina de Industria y Seguridad, Alan Estévez, citado en el comunicado de prensa. “El enfoque más eficaz es coordinar y fortalecer nuestras acciones con nuestros socios afines”Añadió la secretaria adjunta encargada de Exportaciones, Thea Rozman KIendler.
Una serie de sanciones
Las nuevas normas se refieren a los componentes que permiten el desarrollo de la computación cuántica y a los equipos industriales para producir semiconductores de última generación en general, pero también a otros tipos de equipos industriales o tecnologías relacionadas con los transistores de efecto de campo, útiles para los superordenadores.
Se trata de un nuevo paso adelante de Washington para limitar el acceso a los equipos de alta tecnología, en particular para China, Irán y Rusia, tres países que ya están sujetos a restricciones, a veces importantes, en este ámbito. Las nuevas reglas podrían permitir, en particular, controlar mejor y limitar el riesgo de eludir las sanciones o las prohibiciones de exportación, circuitos tortuosos que a menudo implican a empresas establecidas en otros países que adquieren equipos cuya exportación está prohibida a China o Rusia y luego los revenden en esos países.
En los últimos meses, Estados Unidos ha anunciado una serie de sanciones dirigidas a empresas, principalmente con sede en Turquía o en los Emiratos Árabes Unidos, pero también en Europa, acusadas de haber participado en la elusión de estas prohibiciones o sanciones establecidas, en particular después de la invasión rusa de Ucrania.
