BANDA ACEH, Indonesia (AP) — La gente comenzó a reunirse en oración el jueves y a visitar fosas comunes en la provincia indonesia de Aceh para conmemorar A 20 años del enorme tsunami del Océano Índicouno de los peores desastres naturales de la historia moderna.
Muchos lloraron abiertamente ante la fosa común en la aldea de Ulee Lheue, donde están enterradas más de 14.000 víctimas del tsunami no identificadas y no reclamadas. Es una de varias fosas comunes en Banda Aceh, la capital de la provincia más septentrional de Indonesia. Fue una de las zonas más afectadas por el terremoto y el tsunami, junto con el distrito de Aceh Besar.
Casas destruidas se ven en esta vista aérea de la ciudad de Meulaboh en la provincia de Aceh, Indonesia, que fue arrasada por maremotos, el sábado 1 de enero de 2005. (Foto AP/Dudi Anung, Archivo)
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Un elefante que pertenece al Ministerio Forestal retira escombros el lunes 10 de enero de 2005 en Banda Aceh, Indonesia. (Foto AP/Eugene Hoshiko, archivo)
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Un superviviente hurga entre los escombros en la zona comercial de Banda Aceh, capital de la provincia de Aceh en el noroeste de Indonesia, el 31 de diciembre de 2004. (Foto AP/Bullit Márquez, archivo)
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Un poderoso Terremoto de magnitud 9,1 frente a la costa de la isla indonesia de Sumatra el 26 de diciembre de 2004, desencadenó un tsunami que mató a unas 230.000 personas en una docena de paísesllegando hasta África Oriental. Alrededor de 1,7 millones de personas fueron desplazadas, la mayoría en los cuatro países más afectados: Indonesia, Sri Lanka, India y Tailandia.
Sólo en Indonesia murieron más de 170.000 personas.
Aunque han pasado 20 años, la el dolor permanece y los sobrevivientes aún recuerdan sus seres queridos, perdidos por las olas gigantes que arrasaron edificios en la mayoría de las zonas costeras de Aceh, hasta la ciudad de Banda Aceh.
La infraestructura de Aceh ha sido reconstruida y ahora es más resistente que antes del tsunami. Se han instalado sistemas de alerta temprana en zonas costeras para alertar a los residentes sobre posibles tsunamis, proporcionando un tiempo crucial para buscar seguridad.
Los esfuerzos de reconstrucción fueron posibles gracias al apoyo de donantes y organizaciones internacionales, que contribuyeron con importantes fondos para ayudar a la región a recuperarse. Las escuelas, los hospitales y la infraestructura esencial que fueron destruidos por el desastre se han reconstruido con mayor resistencia y durabilidad, lo que garantiza una mejor preparación para los desafíos futuros.
El El tsunami también se cobró la vida de más de 8.000 personas en Tailandia.incluidos muchos que siguen desaparecidos, dejando una profunda cicatriz en la historia de la nación. Casi 400 cadáveres siguen sin identificar ni reclamar.
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Tarigan informó desde Yakarta, Indonesia.