Ayer por la tarde, 17 de diciembre, Xavier de Rosnay y Gaspard Augé volvieron a traspasar los límites razonables con un gran espectáculo de luz y sonido. Un torbellino visual retransmitido en directo este miércoles para el Acto II, en Twitch y Prime Video. Les contamos sobre este gran lío.
Martes 17 de diciembre. Aún no son las 19.00 horas cuando las puertas del Accor Arena empiezan a llenarse. Línea 6, estación Bercy, los usuarios del metro se codean con pequeños grupos de gente entusiasmada. En las escaleras que conducen a la salida, un chico con cara de chico guay, con el cuero en la espalda, grita a todo pulmón los primeros temas de “Génesis”; sin palabras, es menos práctico. Sonrisas compartidas de quienes salen para unirse a la cola para entrar a la sala. En una calma religiosa, todos se preparan para asistir a la primera velada del concierto Justice, una de las primeras fechas de su gira mundial que los llevará de Berlín a San Francisco.
En el foso, en las gradas y en los puestos de refrescos, bastantes mechones canosos, cuarentones funky que han desempolvado su icónica cazadora bomber con una cruz en la espalda, darons nostálgicos. Equipos, personas solitarias. Vemos a uno bajar por las gradas con una niña, de no más de 8 años, con unos auriculares con cancelación de ruido. Seguridad ante todo. Además, deberíamos haberlo pensado: desde esta mañana utilizamos el ruido blanco para tratar nuestros problemas de audición. Porque en D+1 nos decimos que en general es difícil salir ilesos de este concierto, excesivo en todos los sentidos.
¿Por qué tanta gente, por qué tanto desorden, por qué tanta espera? Seguramente Justice se ha convertido en un dúo imprescindible desde los años 2000, y su llegada al panorama electrónico francés. Algunos incluso pensaron que era tonto…
que la familia
8 p.m. y carretillas. La entrada del dúo Gaspard-Xavier no está prevista hasta las 21:20 horas, pero el foso ya está lleno. La culpa es de una primera parte muy estilosa, animada por toda la pandilla Ed Banger, el sello histórico del grupo. Empezando por So Me, seguida de Andy 4000 y un loco interludio instrumental con Paul Prier, antes de un set de mi amigo Kavinsky, que sacó para la ocasión las gafas rojas luminosas y que escuchamos todos los días desde este verano con su versión de “Night Call” con Angèle y Thomas Mars: los Juegos Olímpicos, ¿recuerdas?
Ambiente QLF (sólo familiar), conducido por Pedro Winter, alias Busy P, improvisado como room driver. Y funciona.
Torgnole audiovisual
No más emociones, es hora de misa. La cabina del DJ está limpia, Xavier de Rosnay y Gaspard Augé llegan a un gran escenario, uno frente al otro. Traje Triumph, chaqueta de lentejuelas, no negamos las viejas tradiciones, establecidas a lo largo de su gira de festivales de este verano. “Génesis” resurge cuando la cruz proyectada en LED al fondo de la sala llega a nivelar las excitadas siluetas del foso.
Durante más de una hora asistimos a un gran espectáculo, un torbellino audiovisual que nos lleva directo a la cara. La docena de puntos de luz que levitan sobre Gaspard y Xavier, y todos los focos instalados en la habitación, nos hacen olvidar un poco que poco a poco estamos perdiendo la audición: los decibeles están a tope.
El concierto parece concebido como un evento definitivo, que desafía a cualquiera que crea que puede hacerlo mejor. Como una superproducción de Christopher Nolan, Justice demuestra que ya no queda nada que demostrar.
Euforia visual y auditiva, el setlist es una inteligente mezcla de nuevas piezas dehiperdrama, reelaborado para hacer temblar las paredes – mención especial para la versión techno de “Afterimage” y “Neverender”, lamentablemente sin Kevin Parker -, combinado con canciones antiguas, mezcladas entre sí: “Civilization”, “DANCE”, “Audio , Vídeo, Discoteca. », “Phantom” o “We Are Your Friends”, corearon a todo pulmón todo Bercy. “Stress”, por supuesto, también y su icónico clip lucido por Romain Gavras.
Locura en las cubiertas y en el boxes, donde nos dejamos caer las chaquetas y los preciosos cortes de pelo para probar los pogos, o para dejarnos llevar por la multitud.
El dúo se marcha durante unos minutos, las luces se apagan, parece un terremoto cuando los más de 20.000 espectadores empiezan a patear para atraerlos de vuelta. Fin de la fiesta con la clásica sesión de ajuste de alicates, Xavier y Gaspard se acercan a la primera fila para hacer caballero a la primera fila. De fondo suena “The End”, obviamente.
Después de esta primera sesión, solo nos queda invitarles -a aquellos que no tengan sus entradas para esta noche- a ver la retransmisión del concierto, en Twitch y Prime Video. Y mientras tanto, ¿por qué no escuchar la lista de reproducción Justice especialmente creada por el dúo para Radio Nova?