El Consejo de Ministros celebrado este miércoles por la mañana fue “especial”. En primer lugar, porque sólo reunía a miembros que habían dimitido del Gobierno, que se había derrumbado la semana pasada, tras la votación de la moción de censura. Luego porque probablemente fue la última dirigida por Michel Barnier. Finalmente, porque se han puesto sobre la mesa los tres artículos de una ley, también “especial”, destinada a “mantener en funcionamiento la tienda francesa”, según la expresión de un asesor, hasta que finalmente se vote un presupuesto.
Esta ley de emergencia, presentada al Parlamento para su votación la próxima semana, tiene sólo tres artículos: el primero autoriza el aumento de impuestos; y los dos siguientes a endeudarse en los mercados para financiar el funcionamiento del Estado y el de la Seguridad Social. ¿Qué pasa con todas las demás medidas previstas en el presupuesto en este caso? “La ley especial no permite la renovación de medidas fiscales que expiran a finales de 2024”, dijo Laurent Saint-Martin, ministro dimisionario de Presupuesto y Cuentas Públicas.
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