El presidente taiwanés, Lai Ching-te, llegó al estado estadounidense de Hawaii para una visita de dos días, provocando una reacción furiosa de China.
El viaje se anuncia como una escala como parte de una gira por el Pacífico, pero se produce en medio de tensiones de larga data entre Estados Unidos y China y preocupaciones crecientes sobre la posibilidad de un conflicto sobre Taiwán.
Después de llegar a Hawaii, Lai dijo que la guerra “no tendría ganadores” y que “tenemos que luchar juntos para evitar la guerra”.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de China dijo que “condena enérgicamente” la visita y que había “presentado serias protestas ante Estados Unidos”.
China considera a Taiwán, que se separó en 1949 tras la Guerra Civil China, como parte de su propio territorio y se opone a cualquier compromiso diplomático con él por parte de otros países.
Estados Unidos ha mantenido durante mucho tiempo una política deliberadamente ambigua hacia la isla, negándose a reconocer su independencia. pero manteniendo relaciones informales con su gobierno.
Hablando antes de su partida hacia Hawaii, Lai dijo que el viaje marcó “el comienzo de una nueva era de diplomacia basada en valores”.
“La democracia, la prosperidad y la paz son las expectativas del pueblo de Taiwán, y también son los valores que yo, como presidente, debo promover activamente”, afirmó.
Dijo que quería mostrar al mundo que Taiwán es “no sólo un modelo de democracia, sino también una fuerza clave en la promoción de la paz, la estabilidad y la prosperidad globales”.
En una cena el sábado a la que asistieron funcionarios estatales, miembros del Congreso y residentes taiwaneses en Hawaii, añadió que una visita ese día a Pearl Harbor -cuyo bombardeo por parte de Japón en 1941 llevó a Estados Unidos a la Segunda Guerra Mundial- había servido como un recordatorio de “la importancia de garantizar la paz”.
“La paz no tiene precio y la guerra no tiene vencedores. Tenemos que luchar, luchar juntos para evitar la guerra”, afirmó.
El resto del viaje verá a Lai visitar las Islas Marshall, Tuvalu y Palau, las únicas naciones insulares del Pacífico entre los 12 países que reconocen la independencia de Taiwán. También hará escala por una noche en el territorio estadounidense de Guam.
En una declaración antes del viaje, un portavoz del Ministerio de Defensa chino dijo que China “se opondría firmemente a la interacción oficial con la región china de Taiwán en cualquier forma” y “aplastaría resueltamente” los intentos de asegurar la independencia de Taiwán.
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