Este domingo, la UBB comenzó con éxito la Copa de Campeones en casa al derrotar al Leicester (42-28). Abrumados en la primera parte, los hombres de Yannick Bru realizaron una segunda parte excepcional.
TOPS
UBB transformada
Bajo el agua en el primer tiempo, los hombres de Yannick Bru se vieron abrumados en todos los aspectos del juego. Sin éxito, la UBB podía considerarse afortunada al perder sólo 14-21 después de regresar del vestuario. Pero desde el inicio del segundo acto, los actuales subcampeones del Top 14 marcaron la diferencia. Más rápidos y más acertados, los Girondins dieron la vuelta al partido en sólo nueve minutos. Y en 40 minutos anotaron 28 puntos y concedieron siete en los últimos segundos.
Bielle-Biarrey y Samu ven doblete
Los locales se aprovecharon de dos hombres en buena forma. Bielle-Biarrey puso a raya a la retaguardia inglesa. En el sprint, el internacional francés demostró su velocidad para adelantar a todos (44′ y 49′).
Tampoco esperó a que el vestuario fuera decisivo. A partir del minuto 7, Pete Samu permitió a sus compañeros recuperar el rumbo. El australiano, todavía en buena posición, lo volvió a hacer 40 minutos después para crear un gran momento (46′).
Juego de pies perfecto
Union Bordeaux Bègles pudo contar con un juego de pies impecable, tras Matthieu Jalibert. Para su regreso, los Habs lograron un 100% de patada, logrando las seis transformaciones. Penaud, bien inspirado, destacó por su decisivo tiro raso que permitió a Bielle-Biarrey hacer sonar la revuelta de la UBB (44′). Finalmente, Maxime Lucu, valiente capitán, llevó a su equipo en los últimos metros para contener los ataques de los Tigres en la segunda parte. Lógicamente elegido hombre del partido. .
fracasos
Un primer periodo fallido
“Al principio nos sorprendió” confió el capitán del Burdeos Maxime Lucu al final del partido. Sorprendido, por decir lo menos. La UBB estuvo a punto de perderlo todo en el primero. Numerosos desperdicios en sus transmisiones aniquilaron varias ofensivas con repetidos delanteros y nivel de emoción, no lo hicieron mejor al conceder varios penales (7 penales). Al descanso, el Leicester lideraba lógicamente con siete puntos (14-21) y dejaba pocas esperanzas a su rival, por debajo en todos los ámbitos del juego.
Leicester se hunde en 9 minutos
Ciertamente no lo vieron venir. Los jugadores de Dan McKellar parecían estar en la cima. Afilados, decisivos al frente e imperiales en su último metro, era difícil imaginar a los Tigres hundirse. Y, sin embargo, en nueve minutos, Leicester se adelantó. Un cambio en la imagen de su juego. Menos bueno en sus reinicios y en sus transmisiones, el club británico tuvo dificultades para ser peligroso.
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