El capitán del Barcelona, Frenkie de Jong, no está viviendo su mejor etapa como futbolista en los últimos meses.
Después de varios meses de baja por una lesión en el tobillo, su regreso a la acción no le devolvió inmediatamente la forma que había mostrado anteriormente y tuvo que conformarse con un lugar en el banquillo la mayoría de las veces.
Como suele ocurrir en estas situaciones, comenzaron a circular especulaciones y rumores sobre su futuro mientras también recibía algunos pitos de la afición azulgrana en el partido contra el Brest.
Mientras tanto, el técnico Hansi Flick, en una conferencia de prensa reciente, mencionó que el internacional holandés necesitaba recuperar la confianza después de un largo período al margen.
El cameo de Mallorca ¿el punto de inflexión?
Si lo que necesitaba De Jong era confianza, su actuación de anoche en la victoria por 5-1 sobre Mallorca bien podría marcar un punto de inflexión.
El centrocampista holandés marcó un gol y dio una asistencia en los 18 minutos que disputó sobre el césped. Sin embargo, su actuación fue más allá del gol y la asistencia.
Efectivamente, De Jong hizo gala de su habitual clase con el balón, junto a un gran nivel de verticalidad, presión y liderazgo en su poco paso sobre el césped de Son Moix.
El jugador de 27 años lo hizo desempeñando un papel diferente al que normalmente le había asignado Flick cuando el entrenador pudo convocarlo.
De Jong ocupó una posición más adelantada, actuando como centrocampista ofensivo, con Gavi y Eric García a su lado en un doble pivote. Esta nueva libertad le permitió presionar más arriba en el campo y empujar el balón hacia adelante.
Ahora dependerá de De Jong aprovechar este desempeño y mantener este nivel de juego en futuras oportunidades.
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