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El parque acuático situado en la Riviera francesa anunció el miércoles que cerraría sus puertas en enero, invocando la ley de 2021 que prohíbe los espectáculos de cetáceos. Dos años después de la muerte de dos de sus orcas, el zoológico se enfrenta una vez más a la controversia ya que planeaba trasladar las dos orcas restantes a Japón. Una transferencia a la que las asociaciones defensoras de los animales se oponen.
Habrá estado en el centro de numerosas controversias. Tres años después de la introducción de la ley de 2021 que prohíbe los espectáculos de cetáceos, el parque acuático Marineland de Antibes (Alpes Marítimos) anunció el miércoles 4 de diciembre su “plan de cierre permanente”. El establecimiento, que emplea a un total de 103 empleados, deberá cerrar oficialmente sus puertas el próximo 5 de enero.
Inaugurado en 1970, Marineland se presenta como el primer zoológico marino de Europa. Desde la muerte de dos de sus orcas, el parque instalado en la Costa Azul ha sido objeto de acaloradas protestas. Una polémica que no hizo más que intensificarse con el anuncio del plan de trasladar a las dos orcas restantes, nacidas en cautiverio, a un parque en Kobe, Japón. A finales de noviembre, la ministra de Transición Ecológica, Agnès Pannier-Runacher, se opuso a este traslado debido a la normativa japonesa sobre “bienestar animal”.
“Deben responsabilizarse de sus animales y no tirarlos a la basura”
Según la institución, este plan de cierre del parque “no tiene ninguna relación” con el caso del traslado de las orcas, que debe ser objeto de una decisión del Tribunal de Apelación de Aix-en-Provence el jueves. A principios de año, la asociación de defensa de los animales One Voice obtuvo del tribunal de Grasse (Alpes Marítimos) que las orcas no pueden ser trasladadas hasta que en 2023 se ordene un peritaje judicial para determinar sus condiciones de vida. Marineland apeló. “No deja de ser inquietante la coincidencia, cuando el juez deberá tomar mañana su decisión sobre si las orcas deben irse o no”, declaró la presidenta de Una Voz, Muriel Arnal. “¡Cierre o no Marineland, deben hacerse responsables de sus animales y no tirarlos a la basura como si fueran viejos!”, protesta, recordando que “Keijo acaba de cumplir 11 años y su madre Wikie tiene 23. Tienen 60 años de ¡La esperanza de vida está por delante de ellos!
En su comunicado de prensa, Marineland afirma estar “obligada a considerar la separación de los animales antes de la aplicación de la ley de 2021 contra el maltrato animal que prohibirá los espectáculos de cetáceos en Francia a partir de diciembre de 2026 y limitará las posibilidades de mantener a las orcas en cautiverio. Sin embargo, “el 90% de los visitantes eligen venir a Marineland para admirar las representaciones de orcas y delfines”, afirma el parque, que también registra “graves dificultades económicas” debido a la constante caída de la asistencia, que en diez años ha pasado de 1,2 millones a 425.000 visitantes al año.
4.000 animales de 150 especies diferentes
Con unos 4.000 animales de 150 especies diferentes (orcas, delfines, leones marinos, tortugas y numerosos peces y corales), los “objetivos prioritarios” de Marineland son “reubicar a todos sus animales en las mejores estructuras existentes hasta la fecha”. negociar en las próximas semanas con los interlocutores sociales las consecuencias sociales de este proyecto de cierre”. Respecto a los cetáceos en particular, Marineland afirma estar “en estrecho contacto con las autoridades competentes para identificar las mejores soluciones” para alojarlos “en estructuras equivalentes en términos de calidad de atención y proyectos educativos, siendo la única prioridad el bienestar de los cetáceos”. animales cetáceos”.
A finales de noviembre, Agnès Pannier-Runacher planteó la posibilidad de que las orcas fueran trasladadas a parques que respetaran la “normativa europea”, como el de Tenerife, en el archipiélago español de Canarias. Una solución rechazada por Una Voz, cuyo presidente afirma que “el parque en España es igual que en Japón”, con “piscinas muy pequeñas donde se pelean las orcas”. Según ella, este parque español “perdió cuatro orcas en cuatro años, la última de ellas hace diez días”, y la asociación sigue pidiendo que las dos orcas de Antibes encuentren refugio en un santuario en Nueva Escocia (este de Francia). Canadá).