Después de dos décadas de éxito, Shaka Ponk se prepara para dejar los escenarios. Su giraLa jodida final» termina en París, marcando el fin de un grupo que mezclaba electro-rock y compromiso ecológico. A pesar de sus esfuerzos por limitar la huella de sus giras, los músicos consideran su actividad incompatible con sus convicciones medioambientales. Su último concierto se retransmitirá en cines en 2025.
Desde sus inicios, Shaka Ponk ha dejado su huella con éxitos como ”My Name is Stain” o ”I’m Picky”. Pero fue en el escenario, con espectáculos visuales explosivos, donde construyeron su leyenda. Sin embargo, el grupo cree que su éxito, que incluye giras contaminantes, contradice su mensaje ecológico. “Es complicado abogar por el respeto al planeta teniendo una actividad que contamina“, confiesa a la AFP Samaha Sam, una de las voces del grupo.
A pesar de las iniciativas eco-responsables (comidas veganas, caza de plástico), los miembros de Shaka Ponk se enfrentan al impacto inevitable del viaje de miles de espectadores. Decididos, anuncian que su compromiso con el medio ambiente continuará de otras maneras, en particular a través de su colectivo “The Freaks”.
Su último concierto se retransmitirá en cines en abril de 2025, un homenaje final para sus fans. Su último álbum, reeditado con material inédito, amplía su mensaje: un llamado a la sobriedad y una crítica al consumo excesivo. Fiel a sus costumbres, Shaka Ponk abandona el escenario en un último estallido, en línea con sus convicciones.
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