“Ya no me dejaré hacerlo” es una comedia oscura y loca sobre dos mujeres perdidas que se han vuelto vengativas, en el Norte y su cuenca minera. Bienvenidos a los feroces y despiadados Ch’tis…
Ya no me dejaré hacer esto, La película de Gustave Kervern, prevista en Arte el viernes 29 de noviembre, será sin duda la curiosidad de la semana o quizás de fin de año en cuanto a largometrajes se refiere. El propio Grolandais escribió el guión que sigue las (des)aventuras de Rosalie, una septuagenaria rebelde obligada a anticipar su expulsión de una residencia de ancianos, por falta de medios, tras la muerte de su único hijo. Luego decide embarcarse en un ataque de venganza contra todos aquellos que la han lastimado.
A este justiciero de las ciudades periféricas del norte de Francia, que va al grano (literal y figurativamente) para corregir los errores, pronto se le une en su loca epopeya Linda, una amable señora de la limpieza con la que está unida por una amistad. Al no tener nada que perder, Lynda decide ir a la guerra contra sus humilladores. Un dúo de choque débilmente perseguido por un par de policías sueltos…
Después de filmar su película anterior. Borrar historial En la cuenca minera, Gustave Kervern quería regresar allí para su nuevo proyecto. uno salio Bienvenidos a los Ch’tis un poco más feroz que bajo la mirada de Dany Boon. Una especie de cruce entre matar a bill y Thelma y Luisa con salsa grolandesa, promete el tráiler.
Un dúo de actrices tan improbables como exultantes
Destinado únicamente a televisión, ya no me dejaré hacer esto todavía se proyectó en preestreno en varias salas del Norte, gracias en particular a la Cinémathèque du bassin minier. La oportunidad para el público local de descubrir cómo se ha rodado su región y de ver algunos rostros conocidos, como el del ex presidente del RC Lens Gervais Martel, que interpreta con garbo a un residente de una residencia de ancianos en silla de ruedas.
La verdadera ventaja de ya no me dejaré hacer esto También lo es su elenco de cinco estrellas. Encabezando el cartel, un dúo tan improbable como jubiloso: la icónica Yolande Moreau, ex miembro de Deschiens, actriz favorita de Kervern y su compañero Benoît Delépine, y la chispeante Laure Calamy, revelación de la serie muy parisina. Diez por ciento. La primera, acostumbrada a los papeles de antiheroínas poco convencionales o incluso al límite, destaca en el de esta anciana vengativa. El segundo, más habitual en las comedias románticas ligeras, se transforma en un guerrero con un placer contagioso. Su alquimia enciende y dinamiza la película.
A su alrededor gravitan excelentes papeles secundarios, desde Jonathan Cohen como un hijastro violento hasta Corinne Masiero como una panadera un poco enfadada al volante, pasando por Marie Gillain como una expareja, o el dúo Raphaël Quenard-Anna Mouglalis como policías abrumados. . Cada uno aporta su toque de locura a esta encantadora y única comedia negra, que no se parece a ninguna otra.