El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, quiere nombrar a la abogada Brooke Rollins su Secretaria de Agricultura.
Rollins ya ocupó varios cargos en la Casa Blanca durante el primer mandato de Trump y actualmente dirige el “America First Policy Institute”, un influyente grupo de expertos conservador, cuya directora ejecutiva, Linda McMahon, quiere convertir a Trump en secretaria de Educación. La republicana calificó el compromiso de Rollins con los agricultores como “insuperable” y enfatizó que lideraría los esfuerzos para “proteger a los agricultores estadounidenses, que son la columna vertebral de nuestro país”.
El Departamento de Agricultura es una de las agencias federales más grandes de los Estados Unidos. Esto se debe no sólo a las vastas tierras agrícolas del país, sino también a la importancia central del sector para la economía estadounidense. Si Trump lograra que su candidato preferido fuera aprobado, Rollins no sólo sería responsable de la política agrícola tradicional en su nuevo cargo. Sus responsabilidades también incluirían la gestión de programas de desarrollo rural y el importante programa de nutrición SNAP, que brinda asistencia a hogares de bajos ingresos.
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