Hay semanas en las que un equipo, sea del deporte que sea, tiene que ir a la enfermería a que le vacunen. Se suele hacer ese comentario cuando vas a visitar el Bernabéu o el Camp Nou, en el caso del fútbol, o cuando juegas contra los culés en el balonmano, o cuando te enfrentas al líder del baloncesto femenino en el caso de las chicas del Osés Construcción. Son partidos que se presentan cuesta arriba pero que, con la ilusión de niños pequeños, se cree que se puede conseguir algo positivo. Como contra Vinicius y compañía la última jornada. Luego pasa lo que pasa, que te arrean y bajas a la realidad. Pues desde ya tenemos otra visita al vacunador. Siempre que nos arbitre Munuera Montero. Si es que…
A ver, que nadie se venga arriba. El agarrón final de Torró no lo hace ni Cilveti en el Anaita (me refiero a David, que es el malo de los dos hermanos). Descuento, enésimo córner para los amarillos, que no habían inquietado en esta faceta, y te da por comprobar la elasticidad de la chamarra chillona. No, hombre, Lucas. Eso no se hace. Aunque bien es cierto que el trencilla tenía más ganas de pitar once metros que de ir a por gomina. A por más gomina. No se puede tirar de tanta prepotencia a la hora de impartir justicia, oigan… Y Gerard Moreno fastidió el regreso a Vicente Moreno. Mecachis en la mar…
El arbitraje, que quede claro de inicio, no condicionó (mucho) el choque. Osasuna se pegó una primera parte perfecta. Doblete de Budimir, seguros atrás, anulando al Villarreal con el cierre de salida de Parejo y sin apenas ocasiones para los de un Marcelino García que mereció irse a la caseta por sus burlas al trencilla con una amarilla en su zurrón. Aunque tanta socarronería del técnico llevaba razón, que conste. Porque vaya raza…
Budimir desplegó sus alas, dos veces. Osasuna jugó como los ángeles, hizo un primer tiempo maravilloso para alegría de Elías, David y Patricia que gozaban con los goles del croata y el juego de los rojillos. Todo salía a la perfección y el equipo se retiraba al vestuario con 24 puntazos en el bolsillo en la jornada 14, igualando a los groguets que sólo nos superaban por la diferencia de goles. Pero había que matarlo.
Parecemos el Barça. ¿Por el juego? No, para nada, aunque se acercan bastante. Me refiero a que somos como los de Flick por dejarnos igualar ese 2-0 a favor. Hecha la broma es cierto que enfrente había un señor equipo que, pese a las bajas, juega a fútbol muy bien. Voló Sergio Herrera a derechazo de Barry que ya se cantaba como gol. Vaya estirada, oigan, ni el menda lerenda horas antes en la Copa contra Miravalles (a quien ganamos, todo sea dicho de paso) vuela tanto. Y es que la lógica mandaba que los visitantes iban a salir a por todas.
Gerard Moreno es de esos tipos que te ponen la jeringuilla en el médico. Si le das dos metros, vacuna al canto. Y él solito tiró de su equipo. Moviendo, distribuyendo, contemporizando y acelerando cuando era menester. Enfrente, Aimar Oroz se desquiciaba con un trencilla que no le señaló ninguna de las faltas que le hicieron. Y vaya si le hicieron. Y el show del del pito comenzó con el 2-1. Falta de Catena en nuestro campo. Parejo la saca rápido, diez metros más atrás y con el cuero en movimiento.- Y lo que debería haberse repetido termina en el primero de los de amarillo. Vaya usted a reclamar.
Luego ya se aguantó bien, se pudo sentenciar a la contrase movió el banco con cabeza para dar aire a las zonas que lo necesitaban y cemento en el centro del campo. Los del submarino parecía que perdían el punch y que la cosa iba a terminar con victoria rojilla, hasta que llegamos al fatídico descuento. Ese córner, ese cuero bombeadísimo, ese estirar la camiseta pensando que eso no se pita, menos a esas alturas, oiga, que bastante lastimita ha dado el trencilla durante todo el encuentro… Y penalti. Claro, claro.
Sobró lo demás. Sobró el casi llego de Sergio Herrera, sobró el minuto de más que dio pese a que se perdiera más tiempo con la pena máxima, sobró esa sonrisilla chulesca del trencilla, sobró mucha amarilla y sobró criterio. Porque si se señala ese penalti, señor Munuera, esperemos que se señalen todos los agarrones. Que vayan hablando los mandamases de LaLiga con la gente de Asobal para ver cómo hacemos con marcadores de dos dígitos…
Empate. Contra el Villarreal, ojo. Una pena, porque nos veíamos con 24 puntos y ahora nos quedamos en el del Dúo Sacapuntas. 22, 22, 22… Eso sí, la plaza, abarrotá. Como esperemos que nos reciba el Sevilla la próxima jornada. Ya pensamos en los de García Pimienta. A ver si Osasuna es capaz de hacer bueno el empate contra el submarino amarillo y rascamos victoria en suelo hispalense. Que este equipo tiene muy buena pinta y seguro que no nos arbitra Munuera. ¿O sí? Por si las moscas voy a ver si hay algún jugador del equipo andaluz que se apellide Moreno. A ver, Nyland, Navas, Peque, Suso, Romero, Ihea, Ijiea, Ejiii…. Ah, vale, que es Iheanacho.
¡Hasta la muerte, Forofillo hasta la muerte!