Este iba a ser el primer paso antes de una movilización a gran escala. Si bien se había fijado la fecha del 11 de diciembre para iniciar una huelga renovable, el intersindical* de la SNCF convocó el jueves a un movimiento social en forma de “ultimátum”, ante el desmantelamiento del transporte de mercancías de la SNCF (a partir del 1 de enero de 2025).
Pero la presión esperada no produjo el efecto esperado: tráfico casi normal en el TGV, siete trenes TER de cada diez y un tren Intercités de dos. Para la parálisis, tuvimos que depender de la nieve.
El fracaso del “huelga de advertencia”
Cifras “no muy buenas”, según admite el propio secretario federal de Sud-Rail, Fabien Villedieu, muy alejadas del nivel de movilización de algunas huelgas de los últimos años (diciembre de 2022, huelgas estancadas en 2018). Lo suficiente como para preguntarse, de forma algo exagerada, lo admitimos, si la cultura de huelga se está desvaneciendo en el seno de la empresa.
“Un golpe de advertencia necesariamente moviliza menos”, afirma Joël Sohier, autor del libro El sindicalismo en Francia. El académico invita a no hacer juicios apresurados sobre un solo día de huelga. Recomienda considerar la dinámica durante un período de tiempo más largo. “No podemos juzgar los hábitos sociales de los trabajadores ferroviarios por una sola huelga. Estamos a 18 meses de la enorme movilización contra la reforma de las pensiones. Ayer se cumplió un año y medio a la escala de un movimiento social. »
Sobre todo porque el tema de SNCF Freight es “complejo”. Dos filiales sustituirán al operador de transporte público de mercancías, según decidió el ex ministro de Transportes, Clément Beaune. La intersindical pide una moratoria, pero la dirección de la SNCF se niega.
¿Movimientos masivos o movilización categórica?
“Es complicado movilizar a todo el sector ferroviario sobre esta cuestión específica”, opina Stéphane Sirot, historiador, especialista en sindicalismo y movimientos sociales. Es más fácil reunirse en temas más generales como las pensiones o las condiciones laborales. »
“Hay más de 5.000 trabajadores del ferrocarril de mercancías, los otros 145.000 no están. Decir “me afecta el transporte de mercancías” no es obvio”, señaló el miércoles en BFM Business Thierry Nier, secretario general de la CGT Cheminots.
Aunque, paradójicamente, se trata de un movimiento muy categórico en el seno de la propia SNCF (la huelga de los conductores en 2022) nacido fuera de los sindicatos, que permitió una de las últimas grandes movilizaciones: una huelga del 23 al 25 de diciembre con 33 a Cancelado el 40% del TGV.
Los dirigentes sindicales intentan motivar a sus filas para que la huelga renovable de diciembre no se convierta en un fiasco. “Sé que muchos colegas no se sienten preocupados, pero nadie se salvará”, insistió Fabien Villedieu (Sud-Rail), según informó la AFP.
Si los 27 días consecutivos de huelga para impugnar la reforma de las pensiones de Edouard Philippe parecen lejanos, no hay que preocuparse por el futuro de la protesta social en la SNCF. “Se trata de una práctica de protesta bastante natural y los ferroviarios no abusan de ella”, opina Stéphane Sirot. »
Normalmente, el número de días de huelga al año por agente fluctúa entre uno y dos. Durante años de alta movilización, se eleva a “5 o 6 días” según el especialista. Una cifra lejos de confirmar la idea de “grevicultura” dentro de la empresa.