La Comisión de Asuntos Sociales de la Asamblea Nacional adoptó el texto que propone reducir la edad legal de jubilación de 64 a 62 años.
Una alianza antinatural entre la Francia rebelde y la Agrupación Nacional para reprimir una medida emblemática del gobierno de Elisabeth Borne: la reforma de las pensiones, adoptada con un 49,3 por ciento y “puesta en marcha el 1 de septiembre de 2023, que eleva la edad legal de jubilación de 62 a 64 años”.
Desde la disolución de la Asamblea y las elecciones legislativas que siguieron entre junio y julio de 2024, la derogación de esta reforma de las pensiones era posible, y este miércoles 20 de noviembre se dio un primer paso con la adopción del texto por parte de Asuntos Sociales. Comité de la Asamblea por 35 votos (LFI y RN) contra 16 (derecha y centro). Este es el “primer paso de un procedimiento que los macronistas ya no podrán detener”, Clémence Guette, vicepresidenta de la Asamblea y diputada del LFI por Val-de-Marne, dijo a Libération.
En sesión pública el 28 de noviembre
El texto que deroga la reforma de las pensiones, que reduce la jubilación de 64 a 62 años pero también las cotizaciones de 43 a 42 años (una reforma que data de 2013 y del mandato de cinco años de François Hollande, que los socialistas finalmente abandonaron a regañadientes), llegará en sesión pública del jueves 28 de noviembre ante los diputados. Donde matemáticamente tiene grandes posibilidades de ser adoptado gracias a los 192 votos del Nuevo Frente Popular asociados a los 125 votos posibles de la Agrupación Nacional, favorable a esta derogación “en interés de los franceses”, como declaró este miércoles de noviembre. 20 en RTL Marine Le Pen.
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