En un mensaje claro a Occidente y Ucrania, el presidente ruso, Vladimir Putin, firmó el martes un decreto que amplía el alcance del uso de armas nucleares por parte de Moscú en un Estado no nuclear si cuenta con el apoyo de potencias nucleares.
Esta decisión se produce en el día número 1.000 de la invasión rusa de Ucrania, después de que Joe Biden diera permiso a Ucrania para utilizar sus misiles de largo alcance para atacar más profundamente en territorio ruso.
La administración Biden había realizado un cambio de política significativo, permitiendo a Ucrania utilizar misiles ATACMS de fabricación estadounidense para atacar objetivos dentro de Rusia por primera vez.
Esta decisión se produjo apenas dos meses antes de que el presidente Joe Biden entregue el poder a Donald Trump, quien ha expresado escepticismo sobre la ayuda militar estadounidense a Ucrania.
El Kremlin prometió el martes derrotar a Ucrania, diciendo que el apoyo occidental a Kiev no tendría ningún impacto en el conflicto y que la ayuda occidental “no puede afectar el resultado de nuestra operación. Continúa y se completará”.
“La operación militar contra Kiev continúa”, afirmó el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov.
También dijo que la agresión por parte de un Estado no nuclear con la participación de un Estado nuclear se considera un ataque conjunto en referencia a Ucrania y sus patrocinadores occidentales.
Peskov añadió que Rusia “siempre ha visto las armas nucleares como un medio de disuasión” y que sólo las desplegaría si Rusia se siente “obligada” a hacerlo.
El jefe de la OTAN ha dicho que Putin no debe “salirse con la suya” en Ucrania. Sin embargo, hace sólo un mes, había dicho que no ve un peligro inminente de armas nucleares por parte de Rusia, a pesar de la “imprudencia e irresponsabilidad” del país.
La doctrina nuclear también se extenderá a Bielorrusia, estrecho aliado de Rusia.
Esto refleja la rapidez de Putin para obligar a Occidente a dar marcha atrás mientras Rusia continúa su lenta ofensiva en Ucrania.
Según un informe de Bloomberg, las fuerzas armadas ucranianas llevaron a cabo su primer ataque en una región fronteriza dentro del territorio ruso con un misil ATACMS, informa RBC Ucrania, citando a un oficial del ejército de la nación.
La guerra entre Rusia y Ucrania, el conflicto más mortífero que ha vivido Europa desde la Segunda Guerra Mundial, cumple hoy su día número 1.000. Según los informes, más de un millón de personas han muerto o han resultado gravemente heridas desde el comienzo de la guerra.
En medio de la sombría realidad de la guerra más mortífera del siglo XXI, las ciudades, pueblos y aldeas de Ucrania han quedado devastados y ahora están en ruinas. La pérdida de vidas humanas y riqueza material sigue aumentando en una serie interminable de historias desgarradoras que surgen de este país devastado por la guerra.
Tanto Rusia como Ucrania tienen poblaciones en disminución y han estado luchando incluso desde antes de la guerra. El asombroso recuento de muertes debido a la guerra tendrá, por tanto, implicaciones demográficas de gran alcance para ambas naciones.