Revisar: La tan esperada secuela de Gladiador finalmente ha llegado. ¿Te vas a entretener?
Gladiador II Sigue a Lucius (Paul Mescal), hijo de Maximus y Lucila, que se convierte en gladiador después de que su casa es invadida por el ejército romano liderado por el general Marco Acacio (Pedro Pascal). Lucius busca venganza contra Acacio y lucha como gladiador de Macrinus (Denzel Washington), un ex esclavo que planea derrocar a los emperadores Geta (Joseph Quinn) y Caracalla (Fred Hechinger).
Han pasado casi 25 años desde que Russell Crowe protagonizó la primera Gladiador película y después de que se publicara el avance de esta dirigida por Ridley Scott, algunos críticos pensaron que parecía una recauchutación de la primera película.
No tengo una conexión masiva con la primera película, por lo que es posible que me haya perdido algunas conexiones o huevos de Pascua obvios para sus fanáticos. De cualquier manera, Gladiador II Tiene elementos clásicos del viaje de un héroe. Es grande y audaz, pero se arrastra un poco en la segunda mitad.
El mezcal tiene presencia y seriedad. Incluso si su actuación parece un poco plana a veces, lleva la película con confianza y llena bastante bien el lugar de Rusty Crowe.
La extravagancia de Denzel Washington como el dueño del gladiador Macrinus es totalmente divertida de ver. Tiene tal intencionalidad en todo lo que hace (es Denzel, por supuesto) que te hace preguntarte qué dejaron en el suelo de la sala de montaje.
Pedro Pascal no juega mucho, pero ofrece una actuación sólida para un personaje con un tiempo mínimo en pantalla. Joseph Quinn como el Emperador Geta tiene un júbilo siniestro que es atractivo de ver, mientras que Fred Hechinger como el Emperador Caracalla envejece un poco con su truco.
Las batallas son épicas y enormes. Los decorados parecen grandiosos y tangibles, particularmente el Coliseo. No puedo hablar de la precisión histórica de montar rinocerontes en el Coliseo, pero es genial verlo. Asimismo, la escena de la batalla naval es increíble y está bien coreografiada.
A pesar de toda la acción, Gladiator II tiene un ritmo ligeramente serpenteante con muchos momentos melancólicos de los personajes clave. Es una película un poco de papá, pero sigue siendo una digna sucesora de la original.
Gladiador II (R16) ya está en los cines de Nueva Zelanda.