Una astilla de roca marciana que alguna vez estuvo escondida en un cajón de la universidad ha ayudado a los investigadores a comprender mejor la historia geológica del Planeta Rojo. Utilizando datación isotópica, un equipo de la Universidad Purdue ha determinado que el “Meteorito Lafayette” probablemente interactuó con agua líquida hace aproximadamente 742 millones de años.
Sin embargo, fue un largo viaje hasta este descubrimiento y ocurrió en parte por casualidad. Hace unos 11 millones de años, un asteroide chocó con Marte, enviando columnas de escombros más allá de la atmósfera del planeta. Uno de esos meteoritos finalmente sucumbió a la atracción gravitacional de la Tierra después de un largo viaje por el espacio, enviándolo en una trayectoria que terminó en Indiana. Aunque las fechas exactas de su llegada y descubrimiento no están claras, el trozo de roca del tamaño de un centavo de alguna manera llegó a un cajón del escritorio del departamento de biología de la Universidad Purdue, donde los profesores lo descubrieron en 1929.
En algún momento de la década de 1980, partes anónimas donaron el Meteorito Lafayette (llamado así por su ubicación) al Museo Field de Chicago. Allí, los expertos compararon los gases atrapados dentro de la roca con los detectados en la atmósfera marciana por la nave espacial Viking de la NASA. Análisis adicionales indicaron que los minerales en el meteorito en un momento interactuaron con agua líquida en Marte, aunque no se pudo establecer un período de tiempo específico.
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Ese misterio parece finalmente resuelto gracias a investigadores del Departamento de Ciencias de la Tierra, Atmosféricas y Planetarias (EAPS) de la Universidad Purdue. En un estudio publicado el 14 de noviembre en Cartas de perspectiva geoquímicalos expertos explicaron que la datación y el análisis isotópicos proporcionan evidencia química de que el meteorito Lafayette probablemente interactuó con agua líquida cuando la roca se formó por primera vez hace aproximadamente 742 millones de años. Pero eso no quiere decir que Marte necesariamente albergara vastos océanos y ríos, o al menos no durante esa época.
“No creemos que hubiera abundante agua líquida en la superficie de Marte en ese momento”, dijo Marissa Tremblay, profesora asistente en EAPS y autora principal del estudio, en un perfil universitario a principios de este mes. “En cambio, creemos que el agua provino del derretimiento del hielo subterráneo cercano llamado permafrost, y que el derretimiento del permafrost fue causado por la actividad magmática que todavía ocurre periódicamente en Marte hasta el día de hoy”.
Los investigadores también se aseguraron de tener en cuenta cualquier posible contaminación que pudiera haber ocurrido mientras el meteorito pasó 11 millones de años en el espacio.
“La edad podría haber sido afectada por el impacto que expulsó el Meteorito Lafayette de Marte, el calentamiento que experimentó Lafayette durante los 11 millones de años que estuvo flotando en el espacio, o el calentamiento que experimentó Lafayette cuando cayó a la Tierra y se quemó un poco. en la atmósfera de la Tierra”, explicó Tremblay. “Pero pudimos demostrar que ninguna de estas cosas afectó la edad de alteración acuosa en Lafayette”.
En el futuro, los investigadores creen que algún día se podrían aplicar metodologías de datación similares no solo a otros meteoritos, sino también a planetas. Al hacerlo, esperan descubrir potencialmente evidencia de agua en otros lugares.