Son diputados, senadores o parlamentarios europeos. En una columna publicada en El mundoEl martes 12 de noviembre, más de 600 parlamentarios franceses, de diferentes grupos políticos, se dirigen a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, el martes 12 de noviembre, para expresar su oposición al proyecto de tratado UE-Mercosur (Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay). y Bolivia), que podría firmarse en el G20 los días 18 y 19 de noviembre.
El proyecto de tratado, cuyas discusiones comenzaron en 1999, pretende eliminar la mayoría de los derechos aduaneros entre las dos zonas creando un espacio para más de 700 millones de consumidores. Si se adoptara, permitiría a los países sudamericanos vender carne, azúcar, arroz, miel, soja a Europa… Por otra parte, la UE exportaría sus coches, sus máquinas, sus productos farmacéuticos… De ahí la apodo frecuente de acuerdo “carne versus automóviles”.
“No podemos imaginar, señora Presidenta, que usted pueda tomar la iniciativa de una votación en el Consejo y en el Parlamento contra la expresión democrática de la casi unanimidad de los parlamentarios franceses”escriben los cargos electos, desde el PCF hasta los senadores de LR, pasando por el PS, los ecologistas, Renaissance, Liot, MoDem, Horizons y la UDI, en esta carta por iniciativa del senador ecologista Yannick Jadot. Los diputados de LR, LFI y RN no firmaron.
“Tampoco podemos concebir que la Comisión y el Consejo se pongan del lado de la oposición de Francia, el gran país fundador de la Unión”añaden. Para los firmantes, “Francia fijó tres condiciones para la firma del acuerdo, a saber : no aumentar la deforestación importada en la Unión Europea, armonizar el acuerdo con el acuerdo climático de París e introducir medidas espejo en materia de salud y medio ambiente. Evidentemente estas condiciones no se cumplen..
También mencionan un “zanja” en materia de normas medioambientales, sanitarias y de bienestar animal entre los países de Mersocur y Europa. Él “presenta un grave riesgo para la salud de los consumidores europeos” y “Constituye competencia desleal para nuestros productores agrícolas”.