Nada Tawfik
Reportando desde Nueva York
El portavoz del Secretario General de la ONU, Stéphane Dujarric, acaba de ser preguntado sobre Elise Stefanik.
Anteriormente supimos que Donald Trump nombrará a Stefanik embajadora de Estados Unidos ante la ONU.
Dujarric dice que trabajarán de manera constructiva con el próximo embajador de la ONU, tal como lo hacen con cualquier otro país.
Una agencia de la ONU que se está preparando para cualquier contingencia es el UNFPA, la agencia de salud sexual y reproductiva de la ONU. Durante los últimos 40 años, las administraciones republicanas, incluida la primera de Trump, le han negado financiación, debido a lo que la agencia dice que es un “mito persistente” objetivamente incorrecto de que está involucrada en abortos coercitivos o esterilizaciones involuntarias en China.
Según la experiencia pasada, es casi seguro que volverá a perder el apoyo financiero estadounidense. La agencia dice que eso llevaría a las mujeres a perder servicios que salvan vidas en algunas de las crisis más devastadoras del mundo. En Afganistán, la agencia dice que ya no podría operar 13 centros de salud maternoinfantil, lo que ayudaría a casi 80.000 mujeres y niñas necesitadas.
Y en Sudán, dice, más de medio millón de personas verán reducido su acceso a los servicios de salud reproductiva.
Sarah Craven, jefa de la oficina del UNFPA en Washington, dice que lo que le preocupa no es sólo el dinero, sino también la pérdida de apoyo político.
“Me preocupa que no se trate sólo de nuestro sector, sino en general, es posible un afianzamiento real en la financiación para la salud global y el compromiso general”.
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