Unos días después de la elección de Donald Trump, el Bitcoin continuó su espectacular subida el lunes, alcanzando un máximo histórico de 88.149 dólares. La perspectiva de relajación regulatoria en favor de las criptomonedas, prometida por el presidente electo, está impulsando el mercado.
El expresidente declaró en particular que quería sustituir a Gary Gensler, actual presidente de la SEC, acusado por los actores del sector de frenar la innovación. “Gary Gensler impide sin justificación cualquier lanzamiento de nuevos productos vinculados a las criptomonedas”, subraya Stéphane Ifrah, analista de Coinhouse.
Dinamismo contagioso
En este clima de entusiasmo, las empresas vinculadas a los activos digitales han visto dispararse sus acciones. El actor clave de la industria, MicroStrategy, subió un 25,73%, mientras que Coinbase, un intercambio líder, ganó un 19,76%.
Los jugadores menores de criptomonedas también obtuvieron resultados notables: Mara Holdings se disparó un 29,92%, seguida de Riot Platforms con un aumento del 16,86%. Estos resultados reflejan una confianza renovada general en el sector, que espera un clima regulatorio más favorable.
Wall Street también está de celebración
Wall Street no se queda fuera, impulsado por este entusiasmo en torno a las criptomonedas y por la perspectiva de una política económica proempresarial. El Dow Jones subió un 0,69%, alcanzando un máximo histórico de 44.293 puntos, mientras que el Nasdaq (+0,06%) y el S&P 500 (+0,10%) también terminaron al alza.
Desde el anuncio de la victoria de Donald Trump, los índices americanos han batido récords, lo que refleja el optimismo de los inversores a pesar de las incertidumbres relacionadas con su política comercial, en particular con respecto a China y Europa.
Bajo presión, el euro termina a la baja
En Europa, las bolsas también repuntaron tras una semana marcada por las pérdidas. La Bolsa de París subió un 1,20%, mientras que Frankfurt (+1,21%), Londres (+0,65%) y Milán (+1,56%) también registraron ganancias. Sin embargo, persiste la incertidumbre, en particular sobre los efectos de un posible aumento de los derechos de aduana estadounidenses sobre las exportaciones europeas. “Los activos europeos zigzaguean a la espera de comprender la política de precios de los productos europeos exportados a Estados Unidos”, analiza Florian Ielpo.
Al mismo tiempo, el euro se ha visto bajo presión, debilitado por la inestabilidad política en Alemania. La ruptura de la coalición gubernamental de Olaf Scholz reforzó las dudas de los inversores, provocando una caída del 0,63% de la moneda única frente al dólar, hasta 1,0650 dólares por euro. Una debilidad del euro que refleja las incertidumbres económicas y políticas que se ciernen sobre la mayor economía de Europa.
