La vida es buena para los blaugrana.
Están liderando el grupo en España y entre los ocho primeros en la Liga de Campeones, lo que los convierte en verdaderos contendientes en todas las competiciones.
Derrotaron al Estrella Roja con facilidad y les esperan pruebas menos aterradoras contra la Real Sociedad, el Celta de Vigo y el Brest. Pero eso es lo que hace que el mes de noviembre sea tan complicado.
Estás en alerta máxima cuando miras al Real Madrid y al Bayern de Múnich. Pero los trofeos se ganan en función de la capacidad de un equipo de élite para aprovechar los frutos más fáciles.
Foto de Srdjan Stevanovic/Getty Images
Hasta ahora todo va bien y, como resultado, Flick ha encontrado una manera de rotar su plantilla, dando tiempo a los jugadores lesionados para que se recuperen y manteniendo a todos los demás en forma y listos para pelear la próxima batalla que se avecina.
Ver caer a Pau Cubarsí, sin embargo, no fue un espectáculo agradable. Es un guerrero y estoy seguro de que volverá al campo pronto, pero sería bueno darles un descanso a los centrales pronto. Es muy posible que sean los jugadores más valiosos de la temporada.
El miércoles, Barcelona utilizó su característico estilo de ataque implacable para derrotar a un enemigo mucho más pequeño. También continuaron mostrando la promesa y la vulnerabilidad de su línea defensiva. Todavía hay mucho que este equipo tiene que aprender. No levantar el pie del acelerador será fundamental para poder superar las pruebas más importantes que se avecinan.
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Foto de ANDREJ ISAKOVIC/AFP vía Getty Images
Pero en su mayor parte, este equipo ha sido consistente, ya sea que jueguen contra los equipos más grandes o más pequeños de Europa. Atacan y defienden de la misma manera, y ningún oponente ha descubierto cómo contrarrestar sus tácticas de manera efectiva.
Robert Lewandowski y Raphinha siguen siendo máquinas de marcar goles, pero hay un gran elenco de personajes que dejan huella partido a partido.
Jules Kounde fue sin lugar a dudas el hombre del partido, hizo que pareciera fácil con tres asistencias en la segunda mitad y demostró lo que hace que este equipo haga clic. Avanzar cuerpos y crear superioridad numérica en ataque. Héctor Fort imitó a Kounde durante el fin de semana, y Gerard Martín se puso a trabajar haciendo lo mismo entre semana.
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Flick tiene la receta ganadora.
Los jugadores saben qué hacer. Tienen el talento y la táctica. Pero no pueden dar por sentada la oposición.
Ganar nunca es fácil. Para seguir adelante, tendrán que demostrar que también pueden ser monstruos de mentalidad.