La reelección de Donald Trump lo ha colocado en un club único, uniéndose al demócrata Grover Cleveland como uno de los dos únicos presidentes de Estados Unidos que han cumplido mandatos no consecutivos.
Como presidente número 45, y ahora número 47, Trump sigue el camino de Cleveland, quien ocupó el cargo primero en 1885 y luego nuevamente en 1893. Este logro poco común resalta la influencia sostenida de Trump sobre un electorado dividido.
Antes de su primera victoria presidencial, Cleveland era gobernador de Nueva York y era ampliamente respetado por su estabilidad y responsabilidad, lo que lo convertía en una opción ideal para la nominación demócrata en 1884.
Su atractivo para los votantes le valió una estrecha victoria en el voto popular, lo que le dio una ventaja en el Colegio Electoral que aseguró su presidencia.
Cuatro años más tarde, aunque volvió a ganar el voto popular, Cleveland perdió el Colegio Electoral ante el republicano Benjamin Harrison. Sin embargo, el respeto del público por él siguió siendo alto, lo que allanó el camino para su exitoso regreso en 1892.
Promoción de políticas que definieron a su partido
Durante su mandato inicial, Cleveland presionó mucho para reducir los aranceles de la época de la Guerra Civil, lo que convirtió esto en un sello distintivo de su administración. Su compromiso con esta política lo vinculó estrechamente a la plataforma del Partido Demócrata y resonó en el público.
Según el historiador Daniel Klinghard del Holy Cross College, la defensa de Cleveland sentó un precedente para futuros presidentes, quienes se convertirían en líderes vocales de políticas estrechamente vinculadas a sus partidos. “Ese modelo de un presidente que es un portavoz claro y vocal de una política que animaba al partido” fue emulado por futuros presidentes, incluido Woodrow Wilson, dijo Klinghard.
Influencia política y dinámica partidista
Los aliados de Cleveland mantuvieron su presencia en el panorama político durante su receso en el cargo, movilizando una red de partidarios ricos que favorecían el libre comercio.
Klinghard señala que este grupo influyente trabajó activamente para mantener el nombre de Cleveland ante los votantes, presentándolo como la mejor opción de los demócratas y minimizando a otros contendientes. Este enfoque refleja las estrategias que han utilizado los partidarios de Trump, manteniendo su prominencia en el partido y descartando a posibles rivales.
Después de su presidencia, Grover Cleveland se desempeñó como administrador de la Universidad de Princeton y mantuvo abierta su opinión política hasta que enfermó gravemente en 1907. Falleció en 1908.
Rara vez se ve una presidencia no consecutiva
La trayectoria única compartida por Cleveland y Trump ilustra una rara resiliencia en la política estadounidense, donde el apoyo público puede impulsar a un líder de regreso a la Casa Blanca incluso después de la derrota.
Con Cleveland como el primero en trazar este rumbo, la reelección de Trump subraya cómo la lealtad de los votantes, las redes de apoyo influyentes y la alineación partidista pueden sostener a las figuras políticas durante mandatos no consecutivos. A medida que se desarrolla el viaje sin precedentes de Trump, queda por ver cómo afectará su administración a una nación ya polarizada.
Este artículo incluye informes adicionales de The Associated Press.