Álvaro Morata, capitán de la selección española y amado por muchos de sus compañeros, no siempre ha disfrutado de la misma relación con los aficionados. El AC Milan es su quinto club, pero ha zigzagueado por la élite del fútbol europeo durante la última década.
Morata, ahora líder de los rossoneri, ha hablado de sentirse mucho más cómodo en Italia, después de haber sufrido problemas de salud mental jugando en España. Las críticas hacia él han sido a menudo duras, aunque jugar en los dos grandes equipos del Madrid no le ha granjeado el cariño del Real Madrid.
Sin embargo, en un momento fue el favorito de los madridistas. Morata, un producto local poco común, pasó por la cantera, el primer prospecto real desde la salida de Raúl González, y Relevo ha revelado que en sus primeros días estaba más cerca de la afición que la gran mayoría de los jugadores del Real Madrid. Morata incluso se acostumbró a ir a bares con los ultras del club después de los partidos en el Santiago Bernabéu.
Esa relación ha quedado olvidada durante mucho tiempo en la zona norte de Madrid, donde no tuvo reparos en apegarse a los aficionados de su antiguo club cuando anotó contra ellos con el Atlético. Cuando regrese a su ciudad natal el martes por la noche, es poco probable que reciba una cálida recepción en el Bernabéu.
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