Los problemas del Manchester United en la Premier League continuaron una semana más después del empate 1-1 de esta noche con el Chelsea en Old Trafford.
Ahora es un juego de espera tanto para los jugadores como para los fanáticos, ya que anticipan la llegada retrasada del nuevo entrenador Ruben Amorim, quien está listo para tomar las riendas durante el parón internacional de mitad de mes. Hasta entonces, Ruud van Nistelrooy está haciendo todo lo posible para conseguir algunas victorias muy necesarias después de un pésimo comienzo de campaña.
Sin embargo, los Rojos terminan la jornada 10 en el puesto 13, a seis puntos de las plazas de la Liga de Campeones, que actualmente ocupan Liverpool, Manchester City, Nottingham Forest y Chelsea. Sus nueve goles marcados y 12 concedidos suponen una deplorable diferencia de goles de menos tres, y el equipo sólo pudo sumar uno a cada equipo durante el partido del domingo.
La conversión de penalti de Bruno Fernandes en el minuto 70 fue casi inmediatamente inútil cuando Moisés Caicedo empató el marcador sólo cuatro minutos después. De los 11 tiros del United, sólo cuatro preocuparon a Robert Sánchez.
El confiable Mazraoui elogiado por su actuación en el Chelsea
Es complicado distinguir los aspectos positivos de un encuentro tan rancio; el principal es que no fue una pérdida, por supuesto. Pero en medio del tumultuoso estado de forma del club hasta el momento, un Red se ha establecido como una incorporación confiable y dinámica a la cosecha de jugadores: Noussair Mazraoui.
El marroquí terminó el partido con una precisión de pase del 92 por ciento. Ganó seis entradas, hizo seis pases al último tercio y completó cinco entradas, la mayor cantidad de cualquier defensa en un partido de la Premier League esta temporada. Además, anotó dos intercepciones, dos despejes y ganó dos faltas, según StatmanDave.
Laurie Whitwell de The Athletic elogió la decisión de Mazraoui ‘agresión y calidad’ contra los Blues, añadiendo que era el jugador de Van Nistelrooy ‘mejor intérprete’ en la noche. Dado que el jugador de 26 años costó sólo £12,8 millones cuando se mudó del Bayern Munich en agosto, está demostrando ser una persona notablemente astuta en el negocio.