Anthony Thomas Hoover, un estadounidense de treinta y seis años, está en el centro de una investigación federal tres años después de haber sido declarado con muerte cerebral. El residente de Kentucky experimentó una pesadilla cuando se despertó en la mesa de operaciones cuando le iban a extraer sus órganos para donarlos. Según medios estadounidenses WKYT y NPR quienes reportan la información el viernes 25 de octubre de 2021, el apodado “TJ” fue trasladado de urgencia al hospital Baptist Health luego de una sobredosis. Fue en ese momento que los médicos concluyeron que tenía muerte cerebral, lo que desencadenó un rápido procedimiento de extracción de órganos, ya que se había registrado como donante.
Excepto que rápidamente aparecieron signos de actividad cerebral. La hermana de Anthony Hoover, Donna Rhorer, expresó dudas después de observar movimientos en los ojos de su hermano, pero el equipo médico le aseguró que eran sólo reflejos, lo que le convenció de no contestar. Y, sin embargo, sucede lo impensable: durante la cirugía, Anthony Hoover comienza a luchar y a llorar, lo que obliga a los médicos a detenerse inmediatamente.
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Un evento extremadamente raro, según los expertos
Este incidente particularmente raro conmocionó a la familia de TJ Hoover, que más tarde conoció, en enero, los alarmantes detalles de esta operación. Desde entonces, se ha seguido de cerca su estado de salud, pero contra todo pronóstico, el hombre sigue vivo tres años después del incidente. la cadena WKYT Señala que la organización encargada de la donación de órganos, Koda, reaccionó precisando que no tiene control sobre la atención a los pacientes ni sobre la declaración de defunciones, y que nunca ha tomado órganos monetarios de personas vivas. Por su parte, el hospital también emitió un comunicado afirmando que la seguridad del paciente sigue siendo su máxima prioridad.
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Los expertos consultados por NPR Señalan que incidentes como este son extremadamente raros y se califican de “aislados”, pero eso no impide que tengan un impacto potencial en la confianza de los donantes y del público en la donación de órganos. Se está llevando a cabo una investigación conjunta de las autoridades federales y de Kentucky para determinar las causas exactas de este incidente.
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