Los temores eran mucho mayores para Pierre Pineau, que quedó entre los 22 elegidos tras una semana española que le pareció muy larga (36º, -3). Su domingo no estuvo a la altura de sus expectativas, a pesar de tres birdies en los últimos seis hoyos que le salvaron (20º en la general). Una vez finalizado su viaje, mientras muchos jugadores todavía estaban en apuros, el francés confió sus dudas: “No tengo control sobre lo que sucede. No aproveché la oportunidad para tener mi destino en mis manos. Este no es un muy buen viaje para mí. Fallé muchos pequeños putts. Es difícil controlar tus emociones en estas condiciones y simplemente mantenerte concentrado en tu desempeño. » Tres horas más tarde, pudo respirar y unirse a Alexander Levy y Benjamin Hébert, ya clasificados antes de esta final.
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