Compartir la publicación ““Insostenible”, el cada vez más preocupante modelo de negocio de los circuitos profesionales”
¿Durará mucho más la burbuja especulativa que hizo estallar los “premios en metálico” de los circuitos profesionales? La cuestión merece ser planteada ya que, según los especialistas, las colosales sumas de dinero que circulan en los dos circuitos principales no resisten ninguna lógica económica. También pone en peligro todo el ecosistema. Explicaciones.
Además del terremoto provocado por la irrupción de VIDA Golf En el panorama mundial del golf, la inyección de varios miles de millones ha perturbado profundamente la economía de los circuitos profesionales.
Ya sean aquellos reclutados a un alto precio por Greg Norman y sus equipos, para legitimar su circuito, o los que quedan en el Gira de la PGA Con una nueva imagen, cada vez más elitista y estructurado en torno a torneos potenciados (Signature Events), los principales beneficiarios de esta importante afluencia de dinero son sin duda los jugadores.
No hay acuerdo sobre los derechos de televisión. No hay grandes asociaciones con grandes grupos. A pesar de los millones de dólares invertidos, nadie realmente gana excepto los jugadores de ambos lados.
Si algunos incluso se han protegido económicamente durante varias generaciones, como se explicó a El independiente irlandés Pablo McGinleytambién va en detrimento de otros actores.
Económicamente irracional
“Los medios de comunicación, los equipos de producción, las personas empleadas en la organización de los torneos del PGA Tour, los patrocinadores, las organizaciones benéficas reciben un tercio o una cuarta parte de lo que recibían antes…” explica en este podcast el irlandés, ahora consultor de Canal de golf.
Le preocupa una evolución de la situación que considera artificial y, por tanto, insostenible.
“Esto no es sostenible, dice McGinley. Financieramente, el PGA Tour no puede mantener este nivel a menos que algo cambie. La LIV, aunque los sauditas tengan mucho dinero, no va a seguir gastando sin contar entre 40 y 50 millones de dólares por torneo. »
Las divisiones provocadas por la salida de varias estrellas importantes del juego (DeChambeau, Koepka, David Johnson y Rahm a finales de 2023) en el circuito disidente tuvo como consecuencia inmediata una caída notable del número de espectadores y telespectadores. Hasta tal punto que las negociaciones con las grandes cadenas por los derechos televisivos están fracasando.
“No hay ningún acuerdo sobre los derechos de televisión. No hay grandes asociaciones con grandes grupos. A pesar de los millones de dólares invertidos, nadie realmente gana excepto los jugadores de ambos lados. »
La omnipotencia de los jugadores.
McGinley lamenta que este dinero se utilice simplemente para financiar donaciones que alcanzan cantidades “ridículas”.
“Si tu eres Shane Lowryganas tres o cuatro veces más dinero que antes de la llegada de LIV. Lo mismo si eres Ian Poulter o Lee Westwood. Para ellos, la vida nunca ha sido tan hermosa. »
Prevé una explosión de lo que considera una burbuja porque, según él, los jugadores que han asumido el poder en las juntas directivas de los circuitos no tienen las capacidades para afrontar estas situaciones y muchas veces favorecen sus intereses personales sin preocuparse. sobre el futuro del circuito.
“Los jugadores tienen demasiado poder”, añadió. Como ex jugador, puedo decir eso. Votarán por lo que es mejor para ellos en lugar de lo que es mejor para el deporte. »
©AFP/GETTY