Impertérrito a pesar del revuelo en el hemiciclo de este martes 1 de octubre, Michel Barnier preparó el escenario desde el principio: “Estamos colectivamente en una línea de cima”. con la “espada de Damocles” de una “deuda financiera colosal”.
Procedente de la Antigüedad, la expresión “espada de Damocles”, que se utiliza para designar una situación amenazante en la que una catástrofe podría ocurrir en cualquier momento, tiene dos personajes principales: Damocles, maestro orfebre, y Dionisio el Viejo, tirano de Siracusa.
En el siglo IV a.C., estos últimos vivían bajo estrecha vigilancia en un castillo rodeado por un foso, protegidos por varios cientos de guardias, en constante alerta y rodeados de numerosos cortesanos. Incluido Damocles, que nunca dejó de halagarle por la suerte que tenía de ser el tirano de Siracusa.
Dionisio el Viejo tiene la intención de demostrar que está equivocado. Porque a pesar de las ventajas, no siempre es envidiable estar en su posición (vivía permanentemente con miedo). ¿Su propuesta? Dejemos que Damocles ocupe su lugar por un día.
En medio de la fiesta, Damocles, sentado a la mesa del tirano, levantó la cabeza y vio que sobre él colgaba una espada afilada, sostenida por una simple crin.. Entendiendo que su existencia pendía de un hilo.
Moraleja de la historia: ser poderoso no era un papel exento de peligros, a pesar de todas las precauciones.
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