El ajetreado regreso a clases de Willem-Alexander y Maxima de Holanda

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Después de unas merecidas vacaciones de fin de año (los soberanos holandeses se encuentran entre los más activos de Europa), en Argentina, tierra natal de la reina Máxima, Sus Majestades regresan al servicio. Un inicio de curso escolar marcado, como cada año nuevo, por dos ceremonias de saludo en el palacio real de Ámsterdam. Al mismo tiempo, Willem-Alexander y su esposa encuentran también su diario personal.

Para empezar el año, y antes incluso de dirigirse a la capital oficial del reino para la primera recepción de Año Nuevo, Willem-Alexander recibió, en chaqueta, el 13 de enero a los embajadores de Cuba y de Estados Unidos para una entrevista de despedida, cada uno de ellos llegando al final de su misión en los Países Bajos. Vestido con un traje de ciudad y acompañado por Máxima, el rey se dirige luego a Ámsterdam.

La pareja real en las escaleras del palacio real de Ámsterdam, el 23 de enero de 2025. © Bruno Prensa/ABACA

En el palacio real de la Venecia del Norte, una asamblea de varios cientos de funcionarios electos, altos funcionarios, pero también representantes de organismos intermedios y actores de la sociedad civil esperan a la pareja soberana. Entre el público también se encuentran las princesas Beatriz y Margarita y el marido de esta última, el profesor Pieter van Vollenhoven.

Después de numerosos apretones de manos, el rey pronunció un discurso tras el muy aplaudido discurso de Navidad. “Estamos todos a bordo de un mismo barco, un barco que se mueve en aguas turbulentas”, subraya Willem-Alexander en referencia a la situación nacional e internacional, antes de llamar al diálogo entre todos los componentes de la Compañía. “Porque la comprensión genera confianza. Y crece la confianza en la resiliencia, que necesitamos desesperadamente en estos tiempos turbulentos”.

Taller creativo

Al día siguiente, mismo escenario pero nuevos actores. Fue el turno del cuerpo diplomático acreditado en los Países Bajos, así como de los representantes de organizaciones internacionales, de recibir los buenos deseos del Rey y la Reina, ataviados con un abrigo color burdeos de Claes Iversen.

El Rey y la Reina de los Países Bajos saludan a la multitud frente al Palacio Real de Ámsterdam, el 14 de enero de 2025. © Bruno Prensa/ABACA

Una vez finalizado el encuentro, Máxima se reúne, en La Haya, con los participantes del proyecto artístico “El hilo conductor”, que reúne a los habitantes de la “ciudad real” en torno al bordado. Si la reina ha olvidado sus gafas, la decepción no le impide ensuciarse las manos. La madre de las princesas Catharina-Amalia, Alexia y Ariane no es su primer intento, ha participado en varias ocasiones en la confección de sedas destinadas al palacio de Huis ten Bosch, residencia principal de la familia real, durante su reciente restauración.

Reina Máxima en La Haya, 14 de enero de 2025. © Bruno Prensa/ABACA

Aguja en mano, Su Majestad dialoga extensamente con los participantes, de todos los orígenes y trayectorias de vida, sobre los temas del sentimiento de pertenencia y el espíritu de comunidad. Según la revista monarcasLa reina aprovechó para aprender unas palabras en surinamés con un ciudadano de esta antigua colonia holandesa y para informarse sobre los familiares de un refugiado sirio, quien respondió emocionado, señalando a las bordadoras, “ustedes tienen otra familia aquí”. Una cosa llevó a la otra, desde reuniones hasta discursos, la pareja soberana continuó su misión como denominador común entre todos los holandeses.

Taller de bordado para Máxima.
Taller de bordado para Maxima de Holanda. © Bruno Prensa/ABACA

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