“Tuvimos que pagar por nuestra seguridad allí. Apenas habíamos empezado a filmar y ya estaban allí con bombas molotov. La policía no pudo hacer nada. Estábamos filmando en Molenbeek con mucho equipo, muchos camiones y mucha gente.“, cuenta Bert Hamelinck.
La policía no pudo hacer nada.
Además, el director general de “Caviar” también les explica a nuestros compañeros que la policía les dijo que no podían protegerlos”. Personas cuyas identidades realmente no conocemos llegaron de repente con ofertas de pago. Nos amenazaron con cócteles molotov y bombas incendiarias. Teníamos una opción: pagar o dejar de filmar.“, relata el productor, precisando que había sido autorizado a quedarse y que el rodaje se desarrolló sin incidentes.
El presupuesto de seguridad de la película casi se triplicó, pasando de 30.000 euros a más de 80.000 euros, según nuestros compañeros de HLN.
¿Una mafia?
¿Quiénes eran estas personas amenazantes? ¿Miembros de una mafia? Preguntó Bart Schols al frente del espectáculo. “Se trata de una película de Adil y Bilall, con muchos actores en el reparto que proceden de Molenbeek y conocen bien la región. Fue un periodo de rodaje muy complicado. Trabajamos allí durante dos o tres semanas y no fue fácil.“, termina Bert Hamelinck.
Joris Van Cauter, abogado especializado en casos penales que estuvo presente en el plató, da la voz de alarma. “Que en Bruselas haya que pagar a una especie de mafia para poder trabajar con total seguridad es inimaginable… Es el fracaso absoluto del Estado de derecho. Es porque el sistema de justicia no funciona.“.