En plena promoción de la película “El brutalista”, prevista para el 12 de febrero, Adrien Brody confesó que la intensidad de su preparación física para su papel en “El pianista” le había provocado un trastorno alimentario, además de una depresión.
Una inmersión un poco demasiado intensa. Conocido por ser un seguidor del “método de actuación”, técnica que consiste en que un actor se sumerja en cuerpo y alma en la encarnación de un personaje, Adrien Brody perdió más de 13 kilos para interpretar el papel de Wladyslaw Szpilman, en la película biográfica “ El pianista” de Roman Polanski estrenada en 2002, que le valió un Oscar al año siguiente.
Una pérdida de peso que le obligó a pasar hambre durante un largo periodo antes del inicio del rodaje, que comenzó con las escenas en las que el músico polaco aparece más mermado físicamente, mientras intenta sobrevivir en el gueto de Varsovia. “Fue una transformación física necesaria para la historia. Pero me abrió, espiritualmente, a una comprensión profunda de la sensación de vacío y de hambre de una manera que hasta entonces me era completamente desconocida”, dijo al sitio estadounidense Vulture.
Su proceso de transformación para este papel no estuvo exento de consecuencias en su salud física y mental, sufriendo el actor insomnio y siendo propenso a sufrir ataques de pánico, desarrollando síndrome postraumático tras el rodaje de la película. “Definitivamente sufrí un trastorno alimentario durante al menos un año después. Y me sentí deprimido todo el tiempo, si no por el resto de mi vida. Estoy bromeando, estoy bromeando”, se rió.
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