amenazado de demolición, su último lugar de descanso ha sido clasificado como monumento histórico en Los Ángeles

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El Ayuntamiento de Los Ángeles clasificó ayer la última vivienda de la actriz Marilyn Monroe como monumento histórico, para evitar su destrucción.

Allí exhaló su último aliento. El lugar de descanso final de Marilyn Monroe, ubicado en Los Ángeles, en el distrito de Brentwood, fue clasificado como monumento histórico el miércoles 26 de junio por el ayuntamiento.

Esta decisión debería permitir a la ciudad proteger el edificio, adquirido por estadounidenses ricos que desean demolerlo.

Una casa en el centro de una reciente controversia

Comprada el año pasado por 8,35 millones de dólares por Brinah Milstein, una rica heredera, y Roy Bank, un productor de reality shows, la casa está en el centro de un conflicto entre la ciudad y los nuevos propietarios.

Estos últimos, que ocupan la casa vecina, adquirieron la casa de Marilyn Monroe con la ambición de destruirla y ampliarla.

Ante los riesgos históricos, la ciudad canceló rápidamente su permiso de demolición.

El caso fue llevado a los tribunales por los nuevos propietarios. La pareja se ofreció a trasladar la casa para que pudiera estar abierta a los fans de la estrella.

Una opción aún en estudio, según la concejal Traci Park, para quien: “Algunas de sus imágenes más famosas fueron tomadas en esta casa, en este terreno y cerca de su piscina. Marilyn murió allí trágicamente, lo que la vincula para siempre, en el tiempo y el espacio, a este lugar”, recordó esta última.

Si bien la clasificación de la casa como monumento histórico por parte de la ciudad no prohíbe su demolición, sí requiere un examen más riguroso.

Esta hacienda de una sola planta, de 270 metros cuadrados, fue adquirida por la actriz en 1962, poco después de divorciarse del escritor Arthur Miller. Murió allí unos meses después, en agosto, por una sobredosis de drogas.

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