“La señora Benchrif reconoce haber aceptado la oferta de servicios de este hombre, después de haber recurrido sin éxito a amigos y abogados mutuos”, declaró el señor Jérémy Kalfon. “Si ella sabía que este hombre iba a impresionar a su ex agente y a su marido con su constitución y el efecto sorpresa, nunca validó las amenazas directas o indirectas de violencia física”, continuó.
Acusado de intento de extorsión por parte de una banda organizada y de conspiración criminal en un caso investigado en Ruan, el influencer fue puesto en prisión preventiva en julio, antes de ser puesto en libertad el 31 de octubre y puesto bajo supervisión judicial. “Ella dijo: ‘Efectivamente acepté, me ofrecieron encargar a este tipo que fuera a resolver mi problema, acepté, obviamente sabía que sería un poco de presión (…) Pero ese no es el caso’. Eso no es en absoluto lo que pedí”, añadió Me Kalfon.
“Si criticamos mucho a los influencers, no debemos olvidar que, al igual que los futbolistas, son objeto de mucho deseo. Muchas personas gravitan a su alrededor y afirman tener soluciones a todos sus problemas, para congraciarse con ellos con la esperanza de obtener dinero”, argumentó el abogado.
La joven, de 24 años, está embarazada de su tercer hijo. El caso fue desencadenado por la denuncia, el 23 de febrero de 2024, de una pareja que “fue objeto de diversas vigilancias (físicas, instalación de minicámara cerca de su domicilio y baliza GPS colocada en su vehículo) y fue amenazada físicamente con la condición de de entregar una suma de 200.000 euros”, explicó el fiscal de Rouen el pasado mes de julio.
El compañero del influencer, Allan Liehrmann, afincado en Dubai, regresó a Francia el 23 de septiembre “para explicarse ante la ley”. Detenido en el aeropuerto, fue a su vez acusado de los mismos hechos y encarcelado.