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Fue un primer partido de preparación que le fue bastante bien a la selección francesa, este miércoles 5 de junio. Frente a la modesta selección de Luxemburgo, los jugadores de Didier Deschamps supieron marcar la diferencia en tres ocasiones, en particular a través del inevitable Kylian Mbappé, autor de su gol número 47 con los blues con sólo 25 años. Al entrar en juego la segunda parte, Jonathan Clauss marcó el segundo gol de su equipo con un disparo sublime desde fuera del área.
Un partido especial para el estrasburgués ya que se disputó en el estadio Saint-Symphorien de Metz (Mosela), localidad cercana a su Bajo Rin natal. El lateral derecho del Olympique de Marsella, cuya compañera dejó las cosas claras tras los mensajes de odio que recibió recientemente, acudió al set post-partido de TF1 para responder a las preguntas de los periodistas y de Bixente Lizarazu, consultor y comentarista del canal. Tras la entrevista, Thomas Mekhiche quiere complacer al futbolista de 31 años mostrándole una pequeña imagen que debería sacarle una sonrisa: “¿Puedes decirnos quién es?”pregunta el periodista de TF1.
La madre de Jonathan Clauss en las gradas
“No tengo ninguna idea”, replica Jonathan Clauss, circunspecto ante el rostro de la mujer en pantalla. Suficiente para desencadenar una gran risa de Bixente Lizarazu, ante el malestar que rápidamente se apodera del set del espectáculo. Si aparentemente querían mostrárselo a la madre del deportista, el intento fue un completo fracaso: “¿Estabas buscando a mi madre? Ella está justo ahí”prosigue el marsellés para poner fin a este gran bochorno en directo, antes de que los equipos TF1 filmen a la verdadera madre del jugador.
Una secuencia fallida, pero que acaba bien y de buen humor con Bixente Lizarazu al que le cuesta dejar de reír. Quien llevó la llama olímpica y recibió una gran entrada de Anne-Sophie Lapix tendrá trabajo que hacer en las próximas semanas con el inicio de la Eurocopa, cuyo lanzamiento está previsto para el 14 de junio. Una competición que comentará con su compañero de toda la vida, Grégoire Margotton, esperando que los compañeros de Olivier Giroud consigan llevarse el título a casa, por tercera vez después de 1984 y 2000.
