Por Ségolène Forgar
Publicado
Hace 28 minutos
Celebridades en el Gran Premio de F1 de Mónaco
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Charles Leclerc se convirtió este domingo en el primer piloto monegasco en ganar en el Principado, ante la mirada del clan Grimaldi, por supuesto, pero también de muchas celebridades.
El Gran Premio de F1 de Mónaco, cita ineludible en el calendario de las celebridades, volvió a ser la comidilla de la ciudad este domingo 26 de mayo. Primero, porque vio la tan esperada coronación de Charles Leclerc. Y sobre todo, porque en las gradas y en los yates de lujo se encontraban las personalidades más destacadas del mundo del deporte, la moda y la realeza.
En el paddock, invitados ilustres robaron durante un breve instante el protagonismo a los pilotos, como el futbolista Kylian Mbappé, la modelo Tina Tunakey, el cantante Joe Jonas, la actriz Anya Taylor-Joy, la modelo Emily Ratajkowski (en bikini y tanga visible), o incluso Charlotte Siné, la exnovia de Charles Leclerc.
En cuanto al exjugador de baloncesto Tony Parker, no dejó de llamar la atención cuando llegó junto a su nueva pareja, Agathe Teyssier.
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La alegría de los Grimaldi
Por parte de la familia principesca, los Grimaldi se reunieron para una cena familiar informal en las gradas del 81º Gran Premio de Fórmula 1 de Mónaco. Desde los mayores hasta los más jóvenes, casi todos asistieron a la famosa carrera de coches, no sólo Alberto II y su esposa Charlene, sino también los clanes Grimaldi y Ducruet. Así vimos venir a Charlotte Casiraghi con su hijo mayor Raphaël Elmaleh, Alexandra de Hannover (hija menor de Carolina de Mónaco) y su compañero Ben Sylvester Strautmann, así como Pierre Casiraghi y su esposa Beatrice Borromeo. Andrea Casiraghi estuvo acompañada de Tatiana Santo Domingo y su hijo mayor Sacha, de 10 años. En cuanto a los hijos de Estefanía de Mónaco, la familia principesca pudo contar con la presencia de Louis Ducruet, su esposa Marie Chevalier y su hermana pequeña Camille Gottlieb, muy conmovida durante la victoria de Charles Leclerc.
Hay que decir que el piloto de Ferrari llevaba seis años esperando para subir al podio del Gran Premio de Mónaco. Después de cinco años de maldición, finalmente triunfó en sus tierras, frente al Príncipe Alberto que no pudo contener su emoción. Muy cerca del piloto de Ferrari, éste entregó el trofeo al monegasco, luciendo una bandera del principado, antes de mostrarse muy emocionado durante los himnos, revelando una pequeña lágrima de alegría.
