Paredes blancas que se extienden muy alto, una gran fachada de cristal que deja pasar la luz, libros esparcidos incluso en los escalones de la escalera. Sobre un caballete, un cuadro de una mujer embarazada. Enfrente, el sofá, revestido con una sábana beige, en el que se sientan las modelos. En el dormitorio de atrás, un perro ladra. En este antiguo estudio de fotógrafo situado en la orilla izquierda de París, Jean-Philippe Delhomme pinta cada día, fiel a su tarea.
El artista presenta actualmente más de una veintena de cuadros en la galería Perrotin en el marco de una exposición denominada “Modelo en reposo”, retratos de mujeres realizados al óleo, acompañados de varias naturalezas muertas. Pinturas que expresan un estilo, un gusto. La de la pureza, de la sencillez del momento, de la “no espectacular”, como indica el artista.
Jean-Philippe Delhomme, pintor, ilustrador pero también autor y poeta, trabaja exclusivamente a partir de la naturaleza, es decir, en presencia directa de sus modelos o de sus objetos, sin recurrir a ninguna fuente iconográfica. “Lo que me interesa es mirar y pintar lo que veo, sin agregar, sin forzar, simplemente estar ahí, captar la belleza de la luz, de los rostros, de las cosas, de los momentos. » No realiza ningún dibujo preparatorio, sino que se lanza directamente sobre el lienzo durante las sesiones de pose.
Amigos, amigos de amigos.
Sus modelos no son profesionales, sino personas cercanas, familiares, cuya presencia y rostro le inspiran. En esta serie presentada en la galería Perrotin y producida durante el año 2024: sólo mujeres. Amigos, amigos de amigos, personalidades que le intrigan, con quienes le gusta hablar. “Todo el mundo está comprometido con la pintura. Prefiero hablar de “no poses”, porque no necesito actitud, ni gestos. Hablamos mucho durante las sesiones, creamos un ambiente juntos. Los gestos más bellos muchas veces son aquellos que no habíamos imaginado. »
La gente viene vestida como quiere, también sin instrucciones especiales. “Además, no pienso en ropa, no intento hacer imágenes de moda. » Jean-Philippe Delhomme se esfuerza sobre todo por captar “la parte esquiva de una persona”, “su aura” sin nunca “sintetizarlo ni reducirlo”, al igual que una pintura hecha a partir de una fotografía. Si toma fotografías durante las sesiones, es simplemente para documentar su trabajo, a modo de diario, para dejar huella.
Las sesiones de pose duran unas tres horas, a veces un poco menos. Casi siempre, el pintor y la modelo se miran a los ojos. “Me gusta que la persona que pinto esté de cara al lienzo para que sea ella quien luego mire a los espectadores. » Todo sucede en vivo en el taller. “Una vez que la persona se ha ido, puedo retocar detalles: los libros, los objetos, la decoración del cuadro, pero nunca las personas que pinto. Corregir es correr el riesgo de perder lo que vimos, todo se reduce a un mínimo detalle. »
Exposición “Modelo en reposo”, de Jean-Philippe Delhomme, hasta el 18 de enero de 2025, en la galería Perrotin, 76, rue de Turenne, París 3mi. folleto.perrotin.com