En lo que parece una tienda normal, Aurélien Emorine ha instalado un estudio donde ofrece a sus clientes la posibilidad de grabar la historia de su vida, que podrán transmitir a sus seres queridos. Un patrimonio oral para compartir y una forma de preservar la voz de los desaparecidos.
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Sentada en un gran sillón rojo con detalles dorados y con el cochecito de su hija al alcance, Sandra cuenta su vida, el encuentro con su marido, su amor y el nacimiento de su primer hijo.
Ante ella, Aurélien Emorine lo registra todo. Posteriormente reelaboró la banda sonora, eliminando silencios y ruidos extraños. Sandra tendrá así la grabación de sus propios recuerdos, que podrá conservar, escuchar y transmitir.
A este concepto único en Francia, Aurélien lo llamó Autobiophonie “CEs como una biografía, pero el gráfico es la palabra escrita, la fonética es el audio. Es una palabra que creé para que la gente entienda que es la grabación de audio de su historia de vida. Soy oficiante de ceremonias seculares y cuando tengo mis reuniones con mis futuros novios, hay un momento en el que registro la vida de cada uno de los novios para poder transmitir la historia de los novios en el el día de la ceremonia, por qué se conocieron, por qué se eligieron, etc… Y me dije que quizás esto podría interesar a los hijos de los novios y a las futuras generaciones saber cómo se habían conocido sus padres, sus abuelos, por qué se eligieron unos a otros…“
El objetivo es sobre todo preservar la voz de la persona.
Aurélien Emorine, creador de la autobiofonía”
Es decir, todos hemos perdido abuelos o bisabuelos o incluso padres que se fueron demasiado pronto y, por mucho que tengamos las fotos para recordarlos, en cambio la voz poco a poco, una niebla se va posando sobre ella y lo perdemos“, explica quien se define como “biofonista”.
Esa mañana, fue Sandra quien se sentó en el trono real, un gran sillón rojo adornado con oro, rematado con micrófonos, “porque cada uno es soberano de su vida”, durante una sesión que duraría casi dos horas. “Cuando estaba embarazada de mi hija, me dije que realmente no sabemos de qué está hecha la vida. Mi marido y yo tuvimos un accidente de moto hace unos años y estuvimos al borde de la muerte y me digo que si muero dentro de dos años, ella no recordará mi voz.“. Como Aurélien había conservado las grabaciones realizadas antes de su matrimonio, “ Es una continuidad, se reconstruye toda la historia; Voy a compartir con él pedazos de mi infancia, porque cuando hicimos la preparación con Aurélien, surgieron muchas cosas, recordamos recuerdos y me digo que puedo darle acceso a todo, es mi hija y no tenemos nada que ocultarr”.
Nuestros abuelos nos contaron cosas pero no tenemos constancia escrita. Los recuerdos se desvanecen poco a poco, olvidamos cosas.
Sandra Dacher, que vino a dejar constancia de sus recuerdos
En otro rincón del estudio hay una mesa y 4 micrófonos para acomodar a varias personas y compartir recuerdos en familia, por ejemplo.
Para Aurélien Emorine, que instaló su estudio en Yzeure, en Allier, el trabajo comenzó antes y continuará después de la grabación. “Nos reuniremos previamente, tendremos un breve cuestionario donde podremos decir en base a los temas que calificamos del 1 al 20 qué es importante en nuestra vida para poder orientar la entrevista lo mejor posible en función de él. ideas. Por ejemplo, tenemos un tema político, algunas personas realmente no tienen nada que ver con la política, ¡para otras es toda su vida!“
Luego, frente a su pantalla, procesará la grabación “Eliminando todos los ruidos, golpecitos en la mesa, roce de la ropa… y también mejoro la voz para que sea lo más fiel a la original para que las personas cuando escuchen puedan encontrar en su interior a la persona que han escuchado. vidas. Elimino todos los silencios no propicios pero hay silencios que son importantes en las confesiones de las personas para que podamos tener cierta dinámica en la entrevista. El procesamiento tarda aproximadamente el doble del tiempo de grabación.“.
“Tenemos citas de una a dos horas, ya no porque eso sería muy cansado para la persona. Luego no publico la grabación hasta 30 días después porque puede haber cosas que la persona dijo que no quiere que sus hijos o nietos escuchen, tal vez se excedió.“. Aurélien quiere mantener estas confesiones en secreto. Un servicio facturado a partir de 149 euros por 2 horas de estudio, de las cuales aproximadamente 1,5 horas de grabación.
Por último, ofrece soluciones de respaldo, mediante la gestión de derechos hasta 70 años después del fallecimiento. Un sistema que te permite elegir a quién transmitir la grabación, no necesariamente a todos tus herederos.
“Por lo general, las personas mayores que quieran dejar huella grabarán unas 5 horas para tener un producto final que durará unas 3 horas, quitando los silencios. Pero una persona que registra cómo se desarrolla su vida tendrá una autobiofonía que será mucho más larga.“.
Este será sin duda el caso de Sandra que actualmente se encuentra registrando los detalles de la organización de su boda y, tras una sesión de biberón, la historia del nacimiento de su hija. “Tengo 33 años, tal vez lo vuelva a hacer el día que tenga nietos. Creo que hacemos eso en momentos clave de nuestras vidas. La paternidad es un gran cambio y si ella quiere tener hijos y ya no estamos, tendrá un rastro para saber adónde fuimos.s”.
Comentarios recopilados por Cindel Duquesnois y Anne-Claire Huet para France 3 Auvergne