Gnaoua 2024: Inauguración de la 25ª Sinfónica de Gnaoua y Músicas del Mundo en Essaouira. Crédito: MAPA
Una fusión de influencias variadas y cuidadosamente medidas, que reúne a Marruecos, Costa de Marfil, Brasil y España en un concierto que seguro pasará a la historia.
Durante una velada memorable con fusiones únicas, el Festival Gnaoua y Músicas del Mundo de Essaouira celebró el jueves por la noche diferentes influencias marroquíes, africanas, hispanas y extranjeras.
Verdadero himno al mestizaje, el concierto inaugural, resultado de una residencia excepcional, reunió a los Maâlems Hassan Boussou y My Tayeb Dehbi con la Compañía Dumanlé, Nino de Los Reyes, Sergio Martinez e Ilê Aiyê.
Frente a un público cautivado y entusiasta, de todas las edades y diferentes nacionalidades, el muy ecléctico Hassan Boussou cuya música penetra en el alma y el ardiente My Tayeb Dehbi intercambiaron sus notas espirituales con sus alter-egos brasileños, el muy comprometido Ilê Aiyê.
Las actuaciones escénicas de los marfileños de la compañía Dumanlé resonaron al tempo de Nino de Los Reyes y Sergio Martínez, las dos estrellas del jazz flamenco actual.
Se trata de una fusión de influencias variadas y cuidadosamente medidas, que reúne a Marruecos, Costa de Marfil, Brasil y España en un concierto que sin duda pasará a la historia.
Esta experiencia musical y visual es una explosión de ritmos que mezclan los géneros Gnaoua, Batucada brasileña, Flamenco y Zaouli para poner en perspectiva sus similitudes. Este espectáculo marca también, por primera vez, el encuentro extraordinario entre 3 géneros clasificados en la lista del patrimonio cultural inmaterial de la UNESCO (Gnaoua, Flamenco y Zaouli).
Otro momento destacado de la velada fue el encuentro entre dos talentos excepcionales. El primero, Alune Wade, está acostumbrado a las colaboraciones más prestigiosas: Youssou N’dour, Cheick Tidiane Seck, Bobby McFerrin, Joe Zawinul, Aziz Sahmaoui y Marcus Miller.
El virtuoso del bajo, compositor y cantante senegalés Alune Wade cruzó notas, durante esta velada, con el joven Maâlem Abdelmalek El Kadiri, hijo espiritual de los más grandes maestros gnaoui como Maâlem Abdallah Guinea, Maâlem Abderrahman Paco, Maâlem Cherif Regragui y muchos otros.
Artistas de los cuatro rincones del mundo compartieron escenario, creando momentos de armonía y magia musical. Los espectadores, transportados por esta simbiosis única, disfrutaron de una rica experiencia cultural, testimonio de la singularidad de este festival emblemático.
Las calles de Essaouira resonaron con los ecos de esta celebración universal, consolidando aún más la reputación del festival como una cita ineludible en la escena artística mundial.
Un año más, el Festival ofrece una programación audaz e inclusiva, seña de identidad de este evento que ofrece una experiencia única en el mundo.
El menú incluye 53 conciertos, un foro de derechos humanos, un programa de formación con la prestigiosa institución musical Berklee College of Music, mesas redondas sobre la cultura Gnaoua, una gran exposición de artistas marroquíes y numerosas actividades por toda la ciudad.
