Brigitte Poupart tuvo que superar muchos obstáculos para presentar, como ella imagina, el “absoluto favorito” que es para ella. Anatomía de un suicidio.
Publicado a las 9:00 a.m.
Primero tuvo que convencer a la autora del texto, la dramaturga británica Alice Birch, de los méritos de su enfoque. “Alice Birch no cede sus derechos a cualquiera”, explica la directora de Quebec. En primer lugar, se niega a que un hombre produzca su obra. Es muy exigente con la elección de los directores. »
Ya en el texto original, traducido aquí por Maryse Warda, el dramaturgo da muchas instrucciones a los intérpretes. Incluso los signos de puntuación utilizados tienen significado…
Hay que decir que esta pieza, presentada en la Usine C, está escrita como ninguna otra. Presenta a tres mujeres del mismo linaje, cada una de las cuales sufre a su manera. Carole, Anna y Bonnie viven en tres épocas diferentes, pero sus historias se desarrollan al mismo tiempo en el escenario. El trágico destino de uno se hace eco del oscuro destino del otro.
“Este texto es muy feminista y las palabras son muy poderosas”, afirma Brigitte Poupart. Habla de la presión social que lleva a la mujer a un estado de ociosidad y depresión. El suicidio al que se refiere el título no es sólo hereditario. Se debe a una falta de realización, pero también a una invalidación política, social e incluso familiar de la mujer. Hay mucho en juego. »
Abordar estas cuestiones en el escenario en 2024 será más relevante que nunca, cree el director.
La pieza tiene una gran resonancia cuando vemos lo que acaba de suceder en las elecciones estadounidenses y lo que están experimentando las mujeres en otras partes del mundo. En Kabul los pájaros cantan, pero las mujeres no pueden hablar. No estamos a salvo de nada…
Brigitte Poupart, directora
Para servir de escenario a este texto complejo y muy musical –con el que Brigitte Poupart tuvo que luchar para hacerlo suyo– la mujer del teatro quiso utilizar las esculturas digitales del artista Ryoichi Kurokawa. “Soy una gran admiradora y esperaba trabajar con él desde hace mucho tiempo”, dice. El único problema: Kurokawa no colabora con nadie. Una vez más, la quebequense extendió sus polos epistolares para convencer al creador japonés de que le diera acceso a dos de sus obras existentes. A lo que él accedió.
“La destrucción y la guerra son temas que surgen con frecuencia. Y en nuestra obra, la guerra es íntima. Le conmovió la cuestión del suicidio”, considera el director.
Tres actrices, tres madres
Para llevar a escena esta historia difícil, pero donde a veces está presente una burla muy británica, Brigitte Poupart se rodeó de tres actrices que también son creadoras y madres. Este último detalle no es baladí, ya que aquí se habla mucho de la maternidad y del legado que le dejamos a nuestros hijos, sin quererlo siempre.
Sarianne Cormier interpreta a Carole, una mujer de los años 60 que lucha por sobrevivir en la estrechez de su mundo como ama de casa.
Su deseo de vivir fue sofocado por todo el peso social. Pero ella se niega a caer en la amargura. Decidir poner fin a tu vida es un acto de libertad. Esta es su elección final. Y lo encuentro muy brillante.
Sarianne Cormier, que interpreta a Carole
Amélie Dallaire es Anna, la hija de Carole, que ahoga su dolor en las drogas. “Lloré al leer este texto, porque es trágico, aunque también puede ser divertido. ¡Anna tuvo una infancia tan feliz, a pesar de que su madre estaba deprimida! Pero su vida giró hacia la autodestrucción. Está más enojada que compasiva. »
Finalmente, Larissa Corriveau interpreta a Bonnie, la tercera en la fila que se niega a entablar ninguna relación romántica. Para romper el ciclo del sufrimiento, tendrá que tomar decisiones desgarradoras. “Ella es la heredera huérfana de un escenario que ella no eligió. Se protege de un sentimiento de abandono, pero también de la culpa, proyectándose en una especie de superyó. »
Una escenografía audaz
El último obstáculo en el camino de Brigitte Poupart para llevar hasta el final su propuesta escénica tiene más que ver con las condiciones creativas que prevalecen en Quebec. Esto se debe a que la directora, reconocida por sus enfoques multidisciplinarios, decidió hacer que todo el elenco –o 10 actores– evolucionara en un charco de agua. Diez días antes del estreno nadie podía decir si la idea era buena o no. Porque nadie había puesto todavía un pie en esta piscina, en la que también se bañarán los muebles.
Es un acto de fe, como cada vez. No tenemos los medios para realizar experimentos aguas arriba. No tenemos tiempo para perfeccionar, para trabajar en la integración del diseño en el espectáculo. Estamos condenados a la eficiencia.
Brigitte Poupart, directora
Pero concluye con una nota positiva: “En estos tiempos de incertidumbre, más que nunca hay que ir al teatro. Este es el único lugar que nos queda para hablarnos colectivamente. En el teatro, humildemente encendemos luces en la oscuridad cuando pensamos que ya no hay esperanza. »
Visita la página del espectáculo
Anatomía de un suicidio
Texto de Alice Birch, dirigida por Brigitte Poupart. Con un elenco de 10 intérpretes.
Fábrica Cdel 26 de noviembre al 7 de diciembre